Es peor el remedio que la enfermedad: las múltiples irregularidades en la Administración Nacional de Laboratorios
Pese a que es uno de los principales centros de investigación de microbiología, se detectó que a la producción de la BCG intravesical no se le realizan controles de calidad externos. Las dosis fabricadas contra la Fiebre Hemorrágica Argentina no alcanzan a cubrir a la población en riesgo. Falta de personal y equipos que no se usan completan la lista de problemas en los diferentes institutos que componen la ANLIS.
La Auditoría General de la Nación (AGN) elaboró un informe sobre la gestión del programa “Prevención, control e investigación de patologías de la salud” que lleva adelante la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán”. De él se desprende que, por ejemplo, “a la producción de la vacuna BCG intravesical no se le realizan controles de calidad externos” pese a que está bajo la órbita del organismo el control de las vacunas.
También se observó que “se superponen y entrecruzan las incumbencias de los distintos Institutos y Centros” y se cita el caso del tratamiento de enfermedades infecciosas de tres institutos que realizan diagnóstico, vigilancia e investigación sobre la tuberculosis y la influenza.
La ANLIS es uno de los principales centros de investigación de microbiología. Sus funciones van desde “el estudio hasta la ejecución y promoción de acciones destinadas a diagnosticar, vigilar y prevenir enfermedades”. Para ello, cuenta con 11 Unidades Operativas dependientes, entre las que hay institutos y centros. La coordinación la lleva adelante la Administración central conformada por una dirección de Administración y otra Técnica Científica.
El Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH), en donde, si bien se tratan todas las enfermedades virales emergentes en general, se le pone especial énfasis a las trasmitidas por vectores y roedores.
Actualmente, está en ejecución la producción de la vacuna Candid #1 contra la Fiebre Hemorrágica Argentina. Sin embargo, la AGN detectó que “no se ajusta a las necesidades reales de inmunización a cubrir si se tiene en cuenta la población expuesta al riesgo”.
Las provincias con riesgo de enfermedad son Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa, con una población estimada de 5 millones de personas. No obstante, la producción de la vacuna, desde 2010 hasta junio de 2013, llegó a ser de solo 733.930 dosis. Esta observación cobra mayor gravedad si se tiene en cuenta que “la principal medida para prevenir esta Fiebre es la vacunación”.
El informe, que evalúa la gestión de 2012 hasta el primer semestre de 2013, detalla que en el Instituto Nacional de Parasitología, en donde se toman muestras de sangre para la detección del Chagas, “son los mismos pacientes los que llevan en sus manos el tubo de ensayo para la extracción” y “deben aguardar en la sala de espera hasta su turno”. Todo esto aumenta el “riesgo de error o contaminación”.
Además, el sistema informático “no tiene niveles de acceso y seguridad que garantice que no se alteren los datos”.
Por otra parte, en el Instituto Nacional de Producción de Biológicos (INPB) la AGN observó que pese a que en 2013 se había adquirido una nueva máquina envasadora de inmunoterapéuticos “a mayo de 2014 todavía no se había utilizado por la falta de condiciones de la sala donde está alojada”. Esta situación deja expuesta una “inadecuada planificación por parte del INPB”.
El Centro de Diagnóstico e Investigación en Endemo-Epidemis y el de Red de Laboratorios de Argentina cuentan con un mismo problema: la falta de recursos humanos.
El primero, que se encarga de todas las acciones dirigidas a las enfermedades transmitidas por vectores, al momento de la auditoría contaba con 10 personas de las cuales solo una era investigador, cuatro cumplían funciones operativas, otros tantos realizaban actividades en áreas de apoyo y una estaba a cargo de la dirección del Centro