El hospital Cecilia Grierson debía ser un Centro de Alta Resolución (CAR) para el barrio de Villa Lugano y toda la comuna 8, la más carenciada y vulnerable. Sin embargo, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) detectó que aun funcionaba como un Centro de Salud Integral (CSI) de menor complejidad.

Por ello le recomendó “profundizar todas las acciones que permitan la incorporación del Centro a un sistema organizado de niveles de atención crecientes teniendo en cuenta la particularidad de su entorno, es decir, el déficit educativo, sanitario y habitacional de los barrios de influencia”.

Fue en 2005 a través de la Ley 1769 que se dispuso la construcción de un hospital en Lugano. Se terminó de hacer en junio de 2009. Sin embargo, hasta el 2011, año que analizó la AGCBA, todavía “no tenía definido su rol en el sistema de salud”.

La organización del Grierson “responde a las características de un efector de nivel primario de atención pero cuenta con partida presupuestaria, especialidades y áreas prestacionales que superan las ofrecidas por este tipo de centros”.

Ni fu ni fa

El informe, aprobado en febrero de 2014, agrega que “no está definida la ejecución de las etapas como fueron previstas en el proyecto original”.

El Director General a cargo del área de Recursos Físicos del Ministerio de Salud informó en 2009 que “no estaba prevista la continuación de la obra que comenzó en 2007 y a la que todavía le quedaba pendiente la recepción definitiva”.

Por otra parte están las definiciones del responsable de la Dirección Región Sanitaria 2 al respecto. Él explica que “la primera etapa del Centro está en funcionamiento en un edificio de 2300 metros cuadrados y brinda cobertura de salud a nivel primario”. Pero destaca una “segunda fase en la que deberá trabajar como un centro de Alta Resolución”.

Esta última prevé la construcción, entre 2013 y 2015, de un bloque de la Central de Emergencia. Así “se comenzaran a realizar estudios diagnósticos de mediana y baja complejidad, se implementarán cirugías ambulatorias con cama de observación y urgencias de 24 horas”. 

Cuentas pendientes

El informe de la AGCBA advierte sobre “la insuficiente dotación de personal administrativo que ocasiona la concentración de responsabilidades y la consecuente imposibilidad de generar indicadores indispensables para la gestión”. Si bien, la situación mejoró, “en 2011 no se enviaron estadísticas al nivel central de manera sistemática”.

A ello se suma que “no tienen laboratorio por lo que las extracciones son procesadas en el Hospital Santojanni”. Tampoco tienen “un sistema de mantenimiento preventivo o correctivo del instrumental y los equipos”, como pueden ser los sillones odontológicos o la estructura utilizada en radiología.

Sobre los residuos patogénicos, tema recurrente en los centro de salud porteños, el Grierson no es la excepción. Allí también “la localización del depósito no es adecuada”, de hecho, “está en un pasillo de uso común”. En 2011, no se sabe cuántos residuos se generaros “por falta de registros mensuales”.

El servicio de ecografía cuenta con dos ecógrafos de última generación pero la impresora que allí usan “es de una de las profesionales que trabaja en el servicio” y la computadora “no es del Centro sino de la Región Sanitaria 2”.