Según el Acuerdo de Energía firmado por los estados miembros de la Unión Europea (UE), para 2020, todos los países deberán satisfacer el 20% de sus necesidades energéticas a través de fuentes renovables. 

A raíz de este pacto, el Ministerio de Economía de Holanda presentó el Plan de Energía Sostenible de Incentivo de Producción (SDE) con el objetivo de consumir para esa fecha el 14% del recurso natural a partir de fuentes renovables, y el 16% en 2023. Sin embargo, la Auditoría holandesa asegura que “es poco probable que se alcancen estos objetivos”.

Holanda apunta a alcanzar un 100% de suministro de energía sostenible para el año 2050. Ahora bien, ¿qué se entiende por este tipo de energía? Es aquella que se obtiene a través de fuentes naturales virtualmente inagotables, como la eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar, la biomasa y los biocarburantes. Estas se pueden utilizar para el suministro de la electricidad, calefacción y transporte –entre otras cuestiones-. 

Las metas parecen ser un tanto ambiciosas teniendo en cuenta que para 2013, solo “el 4,5% de la energía era sustentable”. Frente a esta situación, el organismo de control aseguró: “Los Países Bajos tienen un largo camino por recorrer en términos de cumplimiento de sus objetivos”. 

Es que tanto el “presupuesto” como las “subvenciones” que tiene que otorgar el Ministerio de Asuntos Económicos (EZ) “no son suficientes para alcanzar los objetivos del 2020 y 2023”. A este escenario se le suma que el Plan de Energía Sostenible de Incentivo de Producción sufre “demoras y contratiempos”. 

Según fuentes de diferentes estudios, la “proporción de energía renovable para 2020 es probable que sea del 12,4%” –en lugar del 14% acordado con la UE-; y del 15,1% en 2023 –en vez del 16%-. 

Posibles soluciones

Para poder lograr las metas propuestas en el SDE, el Ministerio de Asuntos Económicos “tendría que proporcionar un adicional de 12,8 mil millones de euros en subsidios para los parques eólicos marinos”. Es decir, un 22% más de lo previsto en la política actual. 

Otra de las alternativas es ampliar la iniciativa al extranjero. Se refiere a “abrir los proyectos a otros estados miembros de la UE” para alcanzar el 20% de la producción de energía renovable entre los países.

Por ejemplo, si Holanda llegase a consumir el 12,4% de energía sostenible para 2020 –tal como afirman los estudios-, y Austria el 7,6%, entonces se llegaría a consumir el total (20%) de lo pactado en el Acuerdo de Energía.

De todas maneras, esta opción también necesitaría de ampliaciones presupuestarias, aunque de este modo serían 3,5 mil millones menos que lo estipulado para primer escenario descripto. 

La última solución sería optar por “introducir una nueva política”. Si el ahorro de energía fuese “más alto de lo previsto, se necesitaría menos energía de fuentes renovables para alcanzar los objetivos de 2020 y 2023”. 

Recomendaciones de la Auditoría

El organismo de control holandés considera necesario “seleccionar un escenario realista en 2015 para garantizar que los Países Bajos alcancen sus metas de 2020 y 2023”. Esto significa incluir un “calendario y un desglose de los gastos adicionales”. 

Asimismo, se recomienda “aclarar cada año a la Cámara de Representantes el progreso en el SDE” explicando “qué tipo de producción de energía se destina al Plan”.