La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) analizó la ejecución del Programa de Fortalecimiento de Vínculos de la Dirección General de Niñez y Adolescencia (DGNyA), creado para intervenir en casos de exclusión y situaciones de riesgo dentro del ámbito familiar y comunitario y en la potenciación de las posibilidades de cambio en los sujetos, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
 
El programa cuenta con distintas tareas organizadas en subactividades específicas. Una de ellas es el de Asistenta a Víctimas de Explotación Sexual. La coordinadora de esta área sostuvo que “el personal es insuficiente en cuanto a cantidad de profesionales para cubrir la demanda y el alcance de las intervenciones”. También manifestó que hay un solo abogado en el equipo y que además éste “no patrocina casos”. Por lo tanto, se necesita un profesional que haga asesoramiento directo para no depender exclusivamente del cuerpo de abogados del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNyA).

En la misma línea, la coordinadora de la subactividad Estrategias de Egreso les informó a los auditores que a pesar del excelente desempeño del personal, hay mucha “rotación” de los mismos, debido a razones de “precariedad laboral y bajos salarios”. En esta área, que promueve la inclusión socioeducativa y laboral los jóvenes, a través de cursos de capacitación y pasantías, “durante 2010 trabajaron solo siete profesionales”.

Frente a todo esto, la AGCBA planteó la necesidad de reforzar los recursos humanos de las actividades, como por ejemplo, para los Talleres para Adolescentes del Bajo Flores, donde se necesita un trabajador social y un psicólogo. A su vez, indicó que “no se había realizado la designación formal de la Coordinadora de una Subactividad, pese a que hacía siete años (hasta el momento de la auditoría) que desempeña esa función”.
 
Recursos Tecnológicos

En una de las subactividades se observó “la falta de líneas de teléfono, handys, impresoras y fax necesarios para el cumplimiento de las tareas”. En otra, detectaron que son “insuficientes los recursos informáticos para el aprendizaje, como las computadoras e impresoras”. Del mismo modo, los Talleres para Adolescentes del Bajo Flores “no cuentan con conectividad a Internet, pese a que este es un recurso fundamental a utilizar en los talleres de computación.”

Los Equipos Zonales Lugano-Villa 20; Villa 15-Mataderos-Liniers-Ciudad Oculta; Bajo Flores - Villa 1 11 14, “no tienen línea de teléfono propia (tampoco tienen acceso a Internet), ni computadoras, ni impresoras”, advierte el informe.

Recursos Físicos

Sobre la situación edilicia de los programas, la AGCBA señaló que en la actividad Asistencia a la Víctima de Explotación Sexual, “la oficina en la sede de la calle Piedras 1.281, no es adecuada para el desarrollo de las tareas debido a que no poseen espacios divididos. Hay 16 trabajadores en el mismo lugar, afectando la privacidad con la que deberían contar”.

La sede de una de las subactividades “no permite privacidad al momento de efectuar entrevistas a los adolescentes beneficiarios. En otra se observó “precariedad en instalaciones y servicios (gas, electricidad e Internet), lo cual dificulta la tarea de los talleres”.

En la Actividad Nº 13 Equipos Zonales-Fortalecimiento Familiar “no pueden cerrar con llave la puerta, lo cual trae como consecuencia la insuficiencia de resguardo respecto a la documentación (legajos)”. Se trata de un espacio físico muy pequeño y compartido, que no resulta apropiado para las actividades.

El organismo de control concluye su informe señalando si bien “se destaca la labor de los Equipos en cuanto a generar un espacio de confianza y respeto con las familias atendidas, que posibilite el acercamiento y fortalecimiento de lazos y vínculos en la inserción laboral de los adolescentes en situación de vulnerabilidad  social”, todo eso se ve afectado por “no contar con  los recursos físicos, materiales, estructurales y  económicos suficientes para el desarrollo y cumplimiento pleno de sus objetivos”.