En 2004 la empresa Transportadora Gas del Sur le compró cañería de 30 y 36 pulgadas a la firma Siat Tenaris para expandir la red de distribución de gas. Pero según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) no se puede determinar con exactitud cuánto costó ni qué largo tuvo la mercadería adquirida.

La operación forma parte de las obras de ampliación de infraestructura previstas para 2004 y 2005, y fue tramitada mediante el expediente 9188 del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS).

Allí la AGN encontró una “gran cantidad de inconsistencias debidas a informaciones disímiles y ausencia o repetición de documentación”.

El trabajo apunta que “no existe certeza acerca del monto por el cual se realizó esta contratación”, y amplía que entre las fojas 320 y 324 de un informe de auditoría de gestión de compra, fechado el 27 de diciembre de 2004, se menciona la suma de U$S 113.227.700, mientras que otro documento, un informe jurídico agregado el 6 de enero de 2005, dice a fojas 330 y 331 que el “monto estimado” fue U$S 108 millones. No obstante, la AGN agrega que “si bien el ENARGAS autoriza la contratación por el primer monto, en el informe de auditoría que se expide sobre el cumplimiento de las órdenes de compra emitidas, la suma de las mismas llega a U$S 116.573.134”.

La falta de coincidencias no termina allí. Dice el organismo de control: “De la compulsa del expediente surge que las órdenes de compra agregadas no coinciden con las mencionadas en dicho informe (de auditoría) ni en la cantidad, ni en el número, ni en el monto parcial ni total, (que es de) U$S 39.161.060”.

Asimismo, la AGN observó que “el 20 de septiembre de 2004 se emitieron órdenes de pago por U$S 10.968.636 sin que hasta ese momento el ENARGAS hubiera autorizado la contratación”, que fue otorgada recién el 5 de enero del año siguiente.

Pero las dudas no se limitan al dinero de la operación. Según la Auditoría, “no puede determinarse fehacientemente la longitud de cañería que debía adquirirse por medio de la contratación” a Tenaris. Es que, mientras en el Pliego dice 290 kilómetros, hay papeles del ENARGAS que refieren otros largos. Por ejemplo, en la foja 122 de una nota de fecha 7 de septiembre de 2004 figura 234,65 kilómetros; otra nota, en este casi sin fecha, acusa 265,65 kilómetros; y en aquel informe de auditoría que habla de los U$S 113,2 millones, se autoriza la orden de compra “hasta 270 kilómetros”.

Entre otras irregularidades de la operación, la AGN destaca que, por un lado, del expediente surge una “cesión de contrato” de Tenaris a la empresa Constructora Obedrecht “en la que el ENARGAS no fue parte”, y ni siquiera pudo comprobarse si se le pidió autorización y, por el otro, que “no se encuentran agregadas al respectivo legajo las ofertas realizadas por los distintos proveedores que cotizaron”.

Con respecto a esto, y más allá de la operación de la gerenciadora Transportadora Gas del Sur, la Auditoría señaló que “el ENARGAS no aplicó un sistema de seguimiento de precios de mercado, ni elaboró un método alternativo que permitiera evaluar las ofertas presentadas, ni aún en los casos en que existió una sola oferta, por tratarse de adjudicación directa”. A partir de este hallazgo, los técnicos entendieron que el ente regulador evidenció una “falta de control de los valores ofertados y su razonabilidad”.

Carecer de formalidades

Una de las tareas del ENARGAS es confeccionar auditorías de gestión de compras. La AGN encontró que la información archivada en esos expedientes “muchas veces está agregada sin un orden cronológico y, en la mayor parte de los casos, no ha podido conciliarse el monto de las órdenes de compra con la sumatoria de las facturas agregadas”.

Además, como ente regulador, realiza informes técnicos, legales y auditorías contables, en los que “se ha verificado la ausencia de requisitos formales mínimos que acrediten los controles efectuados”, dijo la Auditoría, y agregó que los informes “no se encuentran numerados, tampoco están confeccionados en hojas con membrete ni poseen sellos aclaratorios” que los identifiquen con el ENARGAS. De hecho, los técnicos añadieron que esas falencias “no permiten conocer qué funcionario ni qué área emitió los informes pertinentes”.

También falta documentación necesaria para que el ENARGAS pueda controlar las operaciones que se realizan en materia de gas. Por ejemplo, la AGN encontró expedientes que no contenían los Pliegos de Bases y Condiciones de la contratación ni las ofertas de los proveedores.

Y en las fiscalizaciones realizadas por el ente regulador figuran observaciones que, a criterio de la Auditoría, “carecen de las debidas formalidades”. Es el caso de informes que contienen anotaciones en manuscrito, “a veces escritas en lápiz, errores en las órdenes de compra y ausencia de documentación respaldatoria y correcciones manuscritas –de dólares a pesos- que no se encuentran salvadas”, concluyó el trabajo.