La Ciudad de Buenos Aires conoce de tragedias producto de la falta de control. Los sucesos ocurridos en el local “República de Cromañón”, en 2004; en “Beara, allá por 2010; y en el evento “Time Warp”, en 2016, son sólo algunos ejemplos.

Pese a todos los antecedentes, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) evaluó el período 2015 y detectó que “falta coordinación” entre la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC), que se encarga de los eventos masivos y la actividad nocturna, y la Dirección General de Habilitaciones y Permisos (DGHyP), que cuenta con el Registro Público de Lugares Bailables.

En la Ciudad existen dos tipos de habilitaciones: las simples y las especiales.
En la Ciudad existen dos tipos de habilitaciones: las simples y las especiales.

Las dos direcciones dependen de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), una entidad autárquica que funciona en el ámbito del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y fue creada en 2007 mediante la Ley 2.624.   

¿Cómo repercute la falta de coordinación? Según el informe, afecta “al acceso directo de las áreas inspectivas a la base de locales habilitados, a dar de baja en los padrones de los locales con actividad inexistente y a que los trámites de permisos especiales, al momento del dictamen, cuenten con los informes de inspección previa”. 

En relación a la DGHyP, los auditores observaron que “los padrones de locales habilitados pasibles de inscripción en el Registro Público de Lugares Bailables y Registro de Bares se encuentran desactualizados”. A partir de eso, cruzaron los locales habilitados y los que no están inscriptos en el Registro. “Detectaron la existencia de 91 locales habilitados y registrados y 82 que estaban habilitados, pero no registrados”. Eso, indican, hace carecer de confiabilidad al Registro.

En lo que refiere al Registro de Bares, “no se encuentra operativo”. La inscripción es optativa y la pueden solicitar los locales habilitados bajo los rubros “café”, “bar”, “restaurante”, “cantina” y “cervecería”, entre otros. Desde su creación, sólo dos locales pidieron ser inscriptos sobre 10.406 en condiciones de haber presentado la solicitud.     

En la Ciudad hay dos tipos de habilitaciones: las especiales, que requieren inspección previa al otorgamiento de la habilitación, no pudiendo ser liberadas al público hasta que no cuenten con la correspondiente habilitación; y las simples, que no requieren inspección previa para que poder comenzar a desarrollar una actividad.

Sólo dos locales de 10.406 pidieron ser inscriptos en el Registro de Bares.

La AGCBA da cuenta de que con posterioridad al período analizado “fue corregida la normativa vinculada a fiestas de egresados, exigiendo la acreditación del vínculo padre-alumno”. De todas formas, considera necesario que en la que rige los permisos especiales “sean precisados los términos ‘evento’ y ‘predio’”.

Toda la normativa de creación y que regula su tramitación y otorgamiento fue dictada con posterioridad a los hechos trágicos ocurridos en la Ciudad. Luego de lo sucedido en “Cromañón”, se creó el Registro Público de Lugares Bailables y se reguló el permiso especial previo para realizar espectáculos musicales en vivo.

Tras lo ocurrido en “Beara”, fue aprobado el Régimen Especial de Condiciones de Seguridad en Actividades Nocturnas, se creó el Registro de Bares y se reglamentó un nuevo procedimiento para tramitar y otorgar permisos especiales para realizar espectáculos y diversiones públicas que pudiera producir la concurrencia de más de 150 personas en lugares no habilitados.

Además, luego de lo que pasó en “Time Warp” -el episodio es posterior al período analizado por la AGCBA- ampliaron los requisitos originalmente exigidos para solicitar permisos especiales y se incorporaron nuevos recaudos a cumplimentar por parte de los locales.

El informe de la Auditoría destaca el convenio celebrado con la ONG “Familias por la Vida”, que tiene a recibir denuncias sobre irregularidades en eventos y locales nocturnos.