La Dirección que no confía ni en sus propios registros
Es la Dirección de Habilitaciones de la Ciudad, que durante una investigación de la Auditoría porteña envió dos cifras distintas sobre su performance, dijo que tenía errores de cálculo y concluyó que su sistema no era eficiente. Tampoco pudo determinarse cuántos profesionales externos asistieron técnicamente a la dependencia, qué hicieron ni cuánto cobraron.
Según la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), no se puede determinar con exactitud cuántas habilitaciones aprobó la Dirección General de Habilitaciones y Permisos (DGHyP). De hecho, el ente auditado admitió que no cuenta con un sistema de registración “confiable” que le permita conocer fehacientemente la cantidad trámites efectuados.
El informe del organismo de control fue aprobado este año, sobre datos del 2008, y explica que la DGHyP comunicó que su sistema emulador no era confiable, luego de enviarle a la Auditoría en dos oportunidades cifras que no coincidían con el detalle de las habilitaciones que el mismo ente había elaborado.
En primera instancia, la Dirección afirmó que el total de solicitudes de habilitación tramitadas durante el período auditado fue de 13.709 y que aprobó un total de 8.225, además, envió un CD que contenía el detalle de las habilitaciones. La AGCBA reiteró su solicitud alegando que no había recibido toda la información requerida y la DGHyP volvió a enviarle la cifra y el CD, pero aclaró que “la cantidad correcta era de 14.283” trámites de habilitación.
Finalmente, la DGHyP avisó que había llegado a la conclusión de que su sistema no era eficiente y la AGCBA tomó como datos válidos los arrojados por el sistema del Colegio de Escribanos. Cabe señalar que este registro “fue denunciado en 2006” y, sin embargo “nunca dejó de ser utilizado”.
Por otra parte, el trabajo de la Auditoría detectó que hubo un “insuficiente grado de cumplimiento del Plan Operativo Anual (POA)”, ya que según lo previsto por el POA, durante 2008, la “meta” era alcanzar las “22.671 habilitaciones otorgadas” y, no obstante, de acuerdo al Colegio de Escribanos, sólo se aprobó el 38% de ese total.
No se sabe cuántos profesionales hay, qué hicieron, ni cuánto se les pagó
Además de los inspectores públicos, existen los Profesionales Verificadores de Habilitaciones (PVH) que efectúan tareas de verificación de establecimientos y su respectiva documentación. No son empleados del Gobierno de la Ciudad, pero se desempeñan dentro de la órbita de la Dirección y cobran de acuerdo a los metros cuadrados habilitados. Con respecto a la cantidad de profesionales verificadores de obras, la AGCBA aseguró que “no se puede determinar el total de las intervenciones que realizaron” ni cuánto se les pagó.
Según el organismo de control, se debe a que hubo tres versiones distintas. Para la DGHyP, la dotación de trabajadores PVH era de 605, que realizaron 5.857 intervenciones por un total de $ 988.193; la Oficina de Gestión Pública, por su parte, indicó que eran 562 Profesionales, que cobraron en total $ 533.867 y la Dirección Administrativa Financiera de la Agencia Gubernamental del Control dio otra cifra, la más alta, dijo que se les pagó $ 1.036.285.
Certificados de habilitación
Una vez que se aprueba una habilitación se emiten obleas de fiscalización o planchetas, una debe ser colocada en un lugar visible del establecimiento y otra en el libro de inspecciones del local. La Auditoría porteña indicó que la Dirección de permisos “no cuenta con una copia” en sus expedientes y que, además, “la disposición que establece la habilitación no identifica el número de plancheta”. Por ende, el organismo agregó, que “se registran las obleas utilizadas y se las vincula con el expediente -cuando está- en trámite, pero no con la disposición” que finalmente decreta la habilitación.
A su vez, la AGCBA señaló que se “dificulta el seguimiento de las habilitaciones gestionadas” porque no coincide la cantidad de planchetas utilizadas con las asentadas en el libro de la Auditoría Interna de la DGHyP.
Con respecto al tiempo que tarda la Dirección desde que se presenta la solicitud para habilitar un establecimiento hasta que se entrega la oblea, el informe afirma que, en las habilitaciones automáticas (aquellas que con la mera presentación de la documentación se permite el comienzo de la actividad), de un total de 7.925, en 331 casos se tardó de uno a dos años y que no se pudo constatar la fecha de 458. En cuanto a las habilitaciones previas (las efectuadas con verificación previa del lugar, en locales bailables, colegios, funerarias, geriátricos y supermercados, entre otros), no pudo constatarse la demora del 20,7% de los trámites.
