Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), que analiza la labor de la Secretaría de Cultura, revela la existencia de múltiples irregularidades relacionadas con el patrimonio de los museos. Las más frecuentes: inventarios desactualizados y falta de registro fotográfico.

Una de los objetivos de la Secretaría de Cultura es el de defender la identidad cultural y dirigir las políticas de conservación, resguardo y acrecentamiento del Patrimonio Cultural.

Sin embargo, a partir del relevamiento de varios museos, los auditores detectaron que el inventario del Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo data de 1986 y que el registro fotográfico de las obras del Museo Histórico Sarmiento está incompleto. El organismo manifestó que falta registrar un 40% de las fotografías en el inventario, lo que equivale a 160 imágenes.

En el Museo de Bellas Artes, de la revisión de una muestra de obras, la AGN descubrió que falta información del autor, un relevamiento fotográfico, datos sobre la forma de adquisición y que hay préstamos no recuperados.

En el Museo Histórico Nacional existen fotos y negativos sin catalogar ni inventariar. La biblioteca tiene un 10% de sus obras sin fichaje y se detectó que en uno de los depósitos “hay bienes sin sus respectivas etiquetas identificatorias y libros etiquetados en algunos estantes altos sin fichaje desde 1940”.

Además el museo reclama, a través de la embajada argentina en República Dominicana, cuatro obras, dos del Museo Histórico Nacional y dos del Museo Nacional de Bellas Artes, que cedieron a préstamo para ser exhibidas en el stand argentino en el Faro de Colón en Santo Domingo en 1992. Las obras se habían cedido en principio por 5 meses, prorrogándose la entrega hasta el año 2000, y a pesar que en 2007 y 2008 se solicitó la devolución de las mismas, aun “no se ha logrado respuesta”.

En el Museo Casa Yrutia, casa que el escultor Rogelio Yrurtia y su esposa, la pintora Lía Correa Morales, transfirieron al Estado con su mobiliario y obras de arte, tampoco está exceptuado de las observaciones de la Auditoría. La mayoría de los legajos de los bienes culturales  no tienen el registro fotográfico y los libros de la colección Yrutria, con aproximadamente 1500 obras, no se encuentran inscritos en ningún lado.

Por otra parte, los bienes históricos no están incorporados al inventario. Estas irregularidades persistieron a pesar que un informe anterior de la AGN, del año 2000, había recomendado “incorporar a los registros patrimoniales los bienes existentes en el sector fotografía y planos históricos”.

Según señala el informe, elaborado sobre datos del 2008 y del primer semestre 2009 y aprobado este año, el presupuesto anual designado “no consta de desagregado a nivel de museo, a excepción del de Bellas Artes”, es decir, que no hay una discriminación presupuestaria por cada museo “impidiendo la verificación y el seguimiento de la ejecución financiera anual de cada uno”.

Por otro lado, los auditores explicaron que la Secretaría de Cultura realizó un convenio de colaboración cultural con Telefónica de Argentina por el que la empresa de comunicaciones se comprometía a financiar la adquisición de elementos de computación (notebooks, impresoras, computadoras, etc.) mientras que la Secretaría, por su parte, difundiría la colaboración de la firma en el sitio web y en todos los museos que participen del programa. Al respecto, la AGN advirtió que “la Secretaría gestionó la compra de material informático por fuera de la normativa vigente de contrataciones del Estado”.