Pese a que cifras oficiales demuestran el aumento de la cantidad de turistas que reciben los Parques Nacionales de la Patagonia en los últimos años, un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) advierte que no se hacen los estudios necesarios para medir el impacto que los visitantes pueden causarle a esos ecosistemas.

El ente que debería impulsar estos estudios es la Administración de Parques Nacionales, y se trata puntualmente de dos índices: el de Carga Máxima, que establece la cantidad de visitantes que puede soportar un área determinada antes de que se vean afectados los sitios conservados; y el de Limite Aceptable de Cambio, que marca el punto de equilibrio entre el desarrollo y la conservación de un ambiente.

El informe de la AGN, en tanto, fue aprobado este año, y analizó la llamada Eco Región Bosque Patagónico – Patagonia norte, que incluye los parques nacionales Nahuel Huapi, Lanín, Lago Puelo y Los Alerces. 

La Auditoría detectó que el aumento de la cantidad de personas que llegan a los parques se advierte en los números de recaudación por ingresos que manejan los complejos. Y, en ese sentido, se concluye que “a pesar de que existe una marcada tendencia creciente del turismo en la eco-región, los parques no cuentan con un Plan de Uso Turístico aprobado ni con estudios de carga. Se desconoce la afluencia de visitantes que cada sector (de los complejos) puede recibir sin generar impactos significativos, ni existe una estrategia de uso que asegure la sustentabilidad del área”.

Pero el impacto del turismo no fue lo único que quedó afuera de los estudios. Dice la AGN que si bien “Parques Nacionales ha diseñado e implementado una herramienta para estimar los procesos de planificación, recursos, ejecución de planes y proyectos de las áreas protegidas, sin embargo no mide (los alcances) de la gestión respecto del estado de conservación de recursos y bienes naturales y culturales prioritarios, y de sus amenazas”.

Igualmente, el organismo de control aclara que sí aparecen algunas metas alcanzadas por Parques Nacionales: “Hay un cumplimiento parcial de los objetivos propuestos, se avanzó en el diseño de un Plan Estratégico, se elaboró un plan preliminar y resta avanzar en la suscripción de acuerdos. (Asimismo) se constituyó, en abril de 2008, el primer Comité de Gestión de la Reserva de Biosfera. Han iniciado el proceso de gestión de fondos y resta desarrollar el diseño e implementación de acciones para una adecuada asignación de los usos productivos con participación de las comunidades”.

No obstante, la AGN destaca el caso del llamado Plan de Manejo (o de gestión), que es el “máximo instrumento de planificación estratégica que orienta” las labores a realizar en las áreas protegidas. Esta guía de trabajos fue establecida en 2010, por resolución de Parques Nacionales, pero al momento de la investigación, “sólo el Parque Lanín completó la actualización de su plan, en el año 2012. El resto se encuentra en la etapa descriptiva (la segunda sobre un total de seis)”.

Durante la elaboración de su informe, los auditores alcanzaron a visitar dos parques nacionales: el de Los Alerces y el del Lago Puelo.

La Auditoría agrega que “los Planes Preliminares de Manejo (de esos dos parques) no tienen indicadores de cumplimiento de resultados y éxito que permitan medir la eficacia y efectividad de los programas” que se llevan adelante en las áreas protegidas.

“En el caso de Los Alerces –sigue la Auditoría-, el plan existente es de 1997 y recién en marzo de 2013 comenzó el proceso de actualización, encontrándose al cierre del informe en la etapa dos, fase descriptiva”.

E idéntico panorama se advirtió en el Lago Puelo, aunque, en ese caso, la actualización del Plan Preliminar data de marzo de 2012 y tenía previsto su cierre durante este 2014.

Coincidencias

Además, de las recorridas se encontraron observaciones que aparecieron en los dos predios. Por ejemplo, en cuanto a aquel Plan de Manejo, la AGN explicó se implementa mediante la llamada Planificación Anual Operativa (POA), estructurada a su vez en programas, subprogramas, con proyectos o acciones, e indicadores de nivel de ejecución y de cumplimiento.

Sobre esto, la Auditoría concluyó que “en ambos parques no describen en forma exhaustiva las acciones esperadas de cada proyecto ni se contemplan las metas”. Y puntualizan: “En el caso del Parque Los Alerces los problemas recurrentes mencionados son presupuesto insuficiente (ver aparte), falta de personal, deficiente coordinación y comunicación interna, falta de presencia institucional en comunidades vecinas y crecimiento anárquico de la Villa Futalaufquen, entre otras”. 

Por el lado del Lago Puelo “algunos problemas que se mencionan son el manejo inadecuado de la Cuenca del Río Azul fuera del parque, que genera contaminación y pone en riesgo la conservación del recurso hídrico en el largo plazo; además, el incremento de embarcaciones a motor en el lago, asociado a un aumento de contaminación hídrica, acústica y visual”.

Presupuestos

En otro tramo del informe, el organismo de control dice que “la asignación presupuestaria en ambos parques es insuficiente, porque no prevé gastos para contingencias o emergencias, (los fondos) otorgados difieren ampliamente de lo planificado; los proyectos de conservación no cuentan con financiamiento suficiente y no hay (recursos) adecuados para el mantenimiento de los parques”.

Para dimensionar su observación, la AGN detalla que en 2012 el presupuesto destinado al Parque Lago Puelo, el presupuesto de 2012 fue de $ 7.696.625,50. Y la partida del Parque Nacional Los Alerces, para el mismo año, ascendió a $ 13.835.678, aunque no se dirigieron fondos para “mantener las viviendas del personal” del predio, ni se hicieron gestiones tendientes a resolver las necesidades habitacionales de los pobladores. 

Por otra parte, y puntualmente en el Parque Los Alerces, el organismo de control enumera otros hallazgos. Y es que “no cuentan con un protocolo para respuestas a contingencias (aunque sí) poseen fichas con un punteo sobre el procedimiento frente a personas heridas y/o perdidas, y el rol de llamadas internas para cualquier tipo de emergencias”. Y añade que tampoco terminaron un relevamiento del patrimonio arqueológico e histórico del predio, que es necesario para diseñar e implementar proyectos de conservación y educación.