Un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) sobre la Subsecretaría de la Tercera Edad informó el organismo nunca realizó las obras previstas para residencias de adultos mayores por falta de financiamiento.

Los centros residenciales para adultos mayores dependen de la Dirección General de Promoción y Servicios de la Subsecretaría de Tercera Edad del Ministerio de Desarrollo Social, y tienen como objetivo brindar asistencia integral a adultos mayores de 60 años que se domicilien en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que carezcan de bienes propios y de ingresos suficientes para la supervivencia, de cobertura social, de una red social familiar o social continente y que no padezcan trastornos mentales o de conducta que produzcan problemas de integración social.

La Subsecretaría de la Tercera Edad es la responsable del Programa Nº 26 de Asistencia y Promoción a la Tercera Edad y, a través de esa iniciativa, se brinda atención a hogares de residencia permanente y hogares de día.

El objeto de la auditoría, que se realizó entre abril y julio del 2010 y en la que se evaluó el año 2009, incluía el análisis de obras y proyectos a realizarse en los hogares dependientes de la Subsecretaría de la Tercera Edad. Pero la AGCBA informó que no le fue posible analizar las obras ya que no se habían realizaron por falta de ejecución presupuestaria para las refacciones previstas.

El Fondo de Infraestructura Social (FOISO) es un fondo especial destinado exclusivamente a financiar proyectos y construcciones de obras establecidas en un anexo de la ley Nº 2570/08, que también da vida al FOISO, y dentro de los cuales se incluía los de la Subsecretaría de la Tercera Edad. El Fondo se constituiría con un monto de más de $ 1.600 millones. Esta ley también autorizaba al Poder Ejecutivo a realizar las operaciones de crédito público tendientes a integrar ese fondo, es decir, proveer de capital al FOISO.

El gobierno de la Ciudad finalmente no pudo llevar adelante ninguna de las obras previstas para la centros residenciales para adultos mayores “por no haber recibido respuesta del Ministerio de Economía y Producción de la Nación en relación a la solicitud de endeudamiento” que financiaría al FOISO.

No obstante, los auditores detectaron que las partidas no ejecutadas para obras en hogares de residencia permanente fueron reasignadas a otros programas de otras áreas del Gobierno porteño con financiamiento del Tesoro de la Ciudad. Al respecto, la AGCBA señala que “estas reasignaciones de fondos observan una incompatibilidad respecto a la fuente de financiamiento”, en relación al cambio de origen de las partidas, del FOISO al Tesoro de la Ciudad.

Obras

El programa Nº 26, que brinda atención a hogares de residencia permanente, tenía un presupuesto destinado para obras de más de $ 31 millones.

Si bien el programa no se llevó a cabo por falta de financiación, la Auditoría remarcó que no pudo obtener “información relacionada a la existencia de un Plan de Obras a realizar”. En la descripción presupuestaria del Programa 26 “no se incorpora información ni se hace mención de las nuevas construcciones previstas a realizar con el financiamiento del FOISO”. Y es por ello que el organismo de control recomienda al auditado “contar con un Plan de Obras definido y detallado al momento de realizar el requerimiento presupuestario”, ya que los montos “deben fundamentarse en un plan de obras debidamente documentado donde los costos hayan sido previamente evaluados”.