La Auditoría porteña realizó un informe respecto a la gestión del programa Elegí Enseñar durante el año 2019. Para hacerlo, tuvo dificultades para conseguir información sobre los participantes de la experiencia y en los documentos presentados se hallaron fallas en criterios para la elección y pagos. 

Elegí Enseñar comenzó en 2018 con el objetivo de vincular a estudiantes del nivel secundario con el ejercicio de la docencia a través de la realización de observaciones y prácticas concretas en ámbitos educativos. Los participantes debían tener más de 16 años. La experiencia tenía una duración de tres meses y medio, en los cuales le dedicaban cuatro horas semanales al trabajo y por esto percibían una asignación estímulo equivalente a seis horas cátedras (en 2019 esto era $7.178).

El gobierno porteño se negó a entregar el listado completo de estudiantes inscriptos. Solo indicó que en 2019 el programa alcanzó a 503 alumnos. 

El programa no se llevó a cabo durante el 2020 y 2021 debido a la pandemia, pero sí durante 2019 que fue el año que analizó la AGCBA. El organismo de control vio su alcance limitado ya que no pudo tener acceso al listado completo de alumnos inscriptos y aquellos que quedaron en lista de espera. Esto trajo una segunda complicación que fue no conocer el sistema de puntuación para la asignación de vacantes. 

La Auditoría le pidió al gobierno porteño que entregue la lista de estudiantes que participaron de la experiencia, sin embargo la Gerencia Operativa de Educación para el Desarrollo le respondió al organismo de control que no podía remitir el documento completo teniendo en cuenta lo establecido en la Ley de Protección de Datos Personales. Vale aclarar que la AGCBA está exceptuada de dicha norma según lo determina el artículo 7, por lo tanto se le debería haber presentado lo requerido. 

El objetivo del programa es vincular a estudiantes secundarios con el ejercicio de la docencia.
El objetivo del programa es vincular a estudiantes secundarios con el ejercicio de la docencia.

A cambio del listado, la Dirección General de Educación le entregó a la AGCBA el número de estudiantes. Según dijeron, durante el año 2019, se gestionaron 600 espacios en los cuales los participantes pudieron realizar sus experiencias.  Pero el organismo de control quería la nómina de jóvenes y también de aquellos que aspiraban a hacerlo y no obtuvieron vacante, dato que no consiguieron. 

De este modo, el total de estudiantes que finalizaron la experiencia y percibieron la asignación estímulo durante el año 2019 fue de 503 alumnos, es decir, el total de alumnos que culminó satisfactoriamente el programa, alcanzó al 83% de los cupos gestionados.

Cómo se asignaron las vacantes 

La cantidad de inscriptos en 2019 llegó a 1.214. Sin embargo, la Auditoría halló que no se definió un sistema de puntuación para la asignación de vacantes. Según la Dirección General de Educación, las vacantes fueron asignadas a los estudiantes en función de la ubicación de su escuela de origen y de su turno escolar. 

Solo en el 75% de los casos, la escuela de origen y la de la práctica estaban menos de 4 kilómetros. En un 13% superaban los 6 kilómetros.  

Dada esta respuesta, la AGCBA corroboró si el criterio de distancia estaba contemplado dentro de la normativa del programa y se encontró con que la resolución toma en consideración la lejanía entre el establecimiento educativo de origen del estudiante y el lugar de la práctica. Además que el horario de salida del establecimiento educativo de origen no se superponga con el horario de entrada del establecimiento de práctica, entre otras variables. 

De los 60 estudiantes que la AGCBA tomó como muestra, en el 75% de los casos analizados la escuela de origen se encontró en un radio inferior a 4 kilómetros de la escuela de realización de la práctica, pero hubo un 13% con distancias superiores a los 6 kilómetros, inclusive tres casos en donde la práctica se realizó a más de 8 km de la institución de origen.  Por esto la Auditoría indicó que resulta necesario establecer formalmente en el procedimiento dicho criterio, para evitar discrecionalidad en el otorgamiento de vacantes.  

Las dudas por el "pago doble"

Una falla distinta se registró durante el segundo semestre de 2019. En ese período se encontró una doble imputación de pago para los alumnos. Mediante una Resolución se aprobó nuevamente el pago a los alumnos de la segunda camada por la suma de $1.844.895,06. Según explicaron, hubo una falla informática del módulo Planes Sociales (PSOC) por el cual se tramita individualmente cada pago y entonces no se acreditó el importe de la asignación estímulo en las cuentas correspondientes. Luego se ordeno pagar nuevamente a los 257 que no cobraron, pero no se ordenó dejar sin efecto el pago que fuera aprobado por la resolución anterior.  

De todas maneras, y una vez finalizado el informe de la AGCBA, el organismo auditado adjuntó documentación adicional donde indica que se procedió a gestionar la devolución de los fondos