En 1940 comenzó a operar una aerolínea pública que, con los años, se transformó en la única capaz de prestar el servicio de fomento, es decir, el traslado de pasajeros y carga desde ciudades pequeñas y alejadas hacia los nodos comerciales para contribuir al trabajo de las empresas troncales. Se trata de Líneas Aéreas del Estado (LADE), un emprendimiento que, según la Auditoría General de la Nación (AGN) cumple con su objetivo, aunque con materiales, infraestructura y personal ajenos.

El organismo de control elaboró un informe sobre la gestión de LADE, aprobado este año a partir de datos tomados entre junio de 2008 y octubre de 2009, en el que se señala que los equipos y los empleados de la línea, en realidad, no son de su responsabilidad, sino que dependen de distintos sectores de la Fuerza Aérea, como el Comando de Operaciones. La Fuerza, en rigor, es la que decide sobre la disponibilidad de las naves, la conformación de las tripulaciones, la responsabilidad sobre la seguridad, el mantenimiento y la provisión de combustible.

¿Cómo afecta esto a LADE? La Fuerza Aérea también le asigna a la línea las horas de vuelo, en función de su disponibilidad presupuestaria. La AGN dice que esta previsión “generalmente sufre recortes que afectanla operatividad de la empresa que, sin embargo, mantiene la responsabilidad el trazado de las rutas, la gestión las autorizaciones ante la Secretaría de Transporte, la venta de los pasajes y la organización de actividades conexas, como rampa, maleteros y catering.

Aviones e internet

La AGN sostiene que “las aeronaves puestas a disposición de LADE son antiguas y de operación ineficiente”. De hecho, el Fokker F 28, uno de los más importantes –usado para el transporte de pasajeros-, es el de mayor costo por hora de vuelo. “En parte –sigue el informe-, esto comenzó a revertirse con la incorporación de los aviones SAAB”.

Asimismo, los auditores afirmaron que “en la mayoría de los aeropuertos donde opera LADE, la entidad no tiene acceso a internet, lo que ocasiona que el despacho del pasaje se efectúe en forma manual y se traslade la documentación a la sucursal (para) que se realice la carga en el sistema. Una de las terminales en esta situación es el aeroparque Jorge Newbery.

Presupuesto

Por otro lado, el presupuesto de la línea “no es utilizado en tu totalidad para actividades vinculadas con el transporte aéreo de fomento y, a su vez, existen prestaciones que realiza LADE que se financian con partidas menores de otros programas de la Fuerza Aérea mediante compensaciones por (su) servicio de administración financiera”, dice el informe.

Entre esas prestaciones se destacan el servicio de racionamiento al Edificio Cóndor y de catering y vuelos para eventos de Presidencia de la Nación, que constituyen actividades “paralelas a la misión de LADE, cuya gestión no está incluida en (sus) objetivos presupuestarios, ni en la formulación de metas”, completan los Auditores.

A partir de estos datos, el organismo de control recomendó a la línea “efectuar las presentaciones que resulten necesarias para que el presupuesto incluya todo el financiamiento de sus actividades, e identificar y solicitar la correcta apropiación de las partidas que se incluyen (en su presupuesto) y no se vinculan con la actividad de LADE, como el financiamiento de misiones de paz”.

Acuse de recibo y elogios mutuos

Para la Auditoría, el objetivo de LADE fue alcanzado al margen de a que se produjeron demoras y cancelaciones en los vuelos, acontecimientos que, por otro lado, “no fueron imputables” a la línea. El informe se encarga de aclarar que este éxito del emprendimiento se registra pese a que realiza tareas, como el catering para Presidencia, que “no están incluidas entre sus objetivos ni tienen expresión en la formulación de su presupuesto físico”.

Por su parte, el descargo de la línea aérea no escatimó en elogios hacia el organismo de control. Dijeron –textual- desde LADE: “Se destaca, ante todo, la corrección y profesionalismo del personal afectado (a la elaboración del informe de la AGN), cuya intervención apuntó en todo momento a contribuir a mejorar una gestión que, como señala, alcanza sus objetivos. En tal sentido –sigue-, cumplo en informar que se encuentran en proceso de instrumentación las medidas tendientes a incorporar las recomendaciones del informe en todos aquellos aspectos que son competencia directa de esta Dirección General”.