Es el acumulado de modificaciones presupuestarias que no pasaron por el Congreso de la Nación. Si se aplica un índice de variación de precios, la cifra aumenta $ 43.800 millones. El año en que se registró mayores cambios fue 2007, con un tercio de los gastos iniciales. Este ejercicio se necesitaría redireccionar $ 82.000 millones. Especial El Auditor.info.


A partir del uso de los superpoderes, la facultad del Poder Ejecutivo de modificar el presupuesto sin la autorización del Congreso, entre 2003 y 2009 se reasignaron $ 152.607 millones.

En el primer año de ese período, el cambio de partidas representó un aumento del 4% por encima los gastos autorizados por el Poder Legislativo al inicio del ejercicio: fueron $ 2.260 millones sobre un presupuesto inicial de $ 61.758 millones.

Desde ese momento, la reasignación de fondos se incrementó hasta tocar su punto máximo en 2007. En 2004, y a través de los superpoderes, se modificaron el destino de $ 9.511 millones, lo que significó un aumento del 16% sobre los $ 59.712 millones autorizados como gastos iniciales.

Un año después, se estimaron gastos por $ 77.531 millones, pero esa cifra aumentó unos $ 14.293 millones, un 18%, mediante las decisiones tomadas desde la Jefatura de Gabinete de Ministros. Mientras que en 2006, se registró el mismo porcentaje de modificación presupuestaria (18%), aunque sobre otros montos: sobre un crédito inicial de $ 93.722 millones, se reasignaron $ 16.647 millones.

En 2007, año de elecciones presidenciales, se incrementó el 31% de los gastos autorizados por el Congreso al comienzo del ejercicio: a la partida inicial de $ 113.221 millones se sumaron $ 35.077 millones.

Los dos períodos siguientes registraron una disminución en el uso de los superpoderes. En 2008, el Ejecutivo reasignó el 27% de los gastos iniciales, unos $ 44.249 millones y, en 2009, durante la crisis financiera internacional, se sumaron $ 30.571 millones, un 13%.

Variación de precios

Si a esta evolución del uso de los superpoderes se aplicara un índice de variación de precios, los montos reasignados aumentarían más de $ 40.000 millones.

En efecto, mediante el índice de precios implícitos del PBI, las modificaciones presupuestarias acumularían unos $ 196.457 millones entre 2003 y 2009.

Esta herramienta es la relación que se construye al dividir el PBI nominal -a precios corrientes de un año dado-, sobre el PBI real -a precios constantes de un año tomado como base, en este caso, 2009 (ver cuadro)-.

La cifra representa el 84% de los gastos totales autorizados por el Congreso para este año, y más del 17% del PBI de 2009 tomado a valores corrientes.

Cómo sigue

En 2010, la ley de Presupuesto autorizó inicialmente unos gastos totales por algo más de $ 273.000 millones.

Hay estimaciones que indican que el gasto público podría registrar un crecimiento nominal y real –combinados- de entre el 25% y el 30% hacia fin de año.

En caso de que avance el proyecto de ley que deroga el uso de los superpoderes, y si estos pronósticos se cumplieran, el Poder Ejecutivo se vería obligado a consultar al Congreso de la Nación para efectuar modificaciones presupuestarias de entre $ 68.000 millones y $ 82.000 millones.