Teatro Colón: la mejor sala de ópera del mundo
Es considerado uno de los escenarios más importantes a nivel internacional. Por allí pasaron cantantes líricos como Enrico Caruso, Luciano Pavarotti, María Callas, Montserrat Caballé y Plácido Domingo.
El Teatro Colón es uno de los escenarios más bellos del mundo. Aclamado por artistas y la crítica internacional, el reconocido profesor estadounidense y experto en sonido Leo Beranek aseguró que “posee la mejor sala de ópera del mundo y la segunda mejor a nivel mundial para orquestas”.
La construcción tuvo dos sedes a lo largo de su historia que comenzó en 1857. El primer edificio estuvo ubicado en Plaza de Mayo. Luego, el teatro fue trasladado frente a la Plaza Vaticano, sobre la avenida Cerrito, donde continúa aún hoy. Allí se inauguró en 1908, después de 20 años de trabajo. Distintos aspectos de la arquitectura y la acústica hicieron que sea considerada una obra culmine en lo que respecta a las salas de ópera a lo largo de la historia.
La evolución de los teatros de ópera
Según el arquitecto Fabio Grementieri, “el teatro apareció en la antigua Grecia y luego ganó más prestigio con el Imperio Romano”. Sin embargo, durante la Edad Media su evolución se interrumpió, limitándose únicamente a las cortes de las iglesias y salas de los palacios, hasta que finalmente resurgió como espectáculo masivo durante el Renacimiento italiano.
“El resultado del Teatro Colón es la evolución final de los teatros de ópera que se iniciaron en el Renacimiento”, afirmó Grementieri. A su vez, indicó que “en términos darwinianos, el Colón es la aparición del ser humano, siendo los otros teatros homínidos, como el Neandertal o el Cromañón”.
La construcción de una nueva sede
El primer edificio del Colón comenzó a funcionar en 1857, donde en la actualidad se encuentra el Banco Nación Central de Plaza de Mayo. Allí hubo galas hasta 1888 siendo “Otello” de Geuseppe Verdi la última ópera realizada.
En 1898 se llamó a concurso y se presentaron distintos proyectos con la premisa de ser un proyecto “llave en mano”. En detalle, se buscó que un empresario teatral sea la cabeza que contrate sus propios arquitectos y diseñadores. Finalmente, el empresario Angelo Ferrari y el arquitecto Francesco Tamburini ganaron la licitación.
Luego de debatir la ubicación, se definió que sea frente a la Plaza Lavalle, en la antigua estación terminal del Ferrocarril Oeste. La muerte de Ferrari, en 1898, provocó la suspensión de la obra por falta de fondos, de modo tal que la municipalidad tomó el control del trabajo. Años después, Julio Dormal se encargó de la finalización del edificio. Dormal realizó varias modificaciones en la sala y el foyer, con el objetivo de llevarlo hacia la escuela francesa.
La inauguración del edificio fue en 1908 con la ópera Aida. Para 1910 se agregó la terraza y más adelante se sumaron las marquesinas al lado de la plaza.
“Tamburini y Meana lograron algo excepcional. La obra cumbre dentro de esta evolución no es causalidad y por eso tiene la mejor acústica del mundo”, afirmó Fabio Grementieri.
Acústica de excelencia
Según el ingeniero en Sonido, Alejandro Bidondo, que haya claridad musical, de la palabra hablada y un menor tiempo de reverberación son factores que pueden determinar un “buen nivel de acústica”.
“La tecnología es un factor importante que ayuda a medir y a potenciar mejor sonido en una sala”, indicó el ingeniero. Asimismo, expresó que en la antigüedad era “prueba y error” ya que se solía llamar al mejor arquitecto o ingeniero y, si las cosas no salían bien, las salas terminaban quedando para otros usos. En la actualidad cambió el panorama y hoy “se ve una evolución sin precedentes en el sonido de los instrumentos y, también, en las mejoras en los teatros”, completó Bidondo.
El Colón presenta un crossover muy bajo. Esta característica genera que el teatro tenga “la mejor sala de ópera del mundo” y un sonido sumamente claro. Contrario a lo que sucede en estadios de fútbol, donde se necesita amplificación y equipos potentes porque la acústica es mala.
Después de la restauración
En 2010 se reinauguró el Teatro Colón luego de una profunda restauración. “La acústica actual del teatro es parecida a su esplendor en las décadas de 1920 y 1930”, sostuvo Bidondo.
Entre 1998 y 2000, el equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Tres de Febrero realizó mediciones del lugar. El desgaste de 80 años se consideró “menor” debido a la restauración a tiempo. Las mediciones de la sala arrojaron que la mejor acústica se encuentra detrás de la mitad de la platea, así como también en el primer y segundo palco.
Y en este sentido vale destacar que a pesar de ver el espectáculo parado y de ser el sitio más barato del teatro, el “paraíso” presenta una excelente acústica gracias al sonido de carácter envolvente.