Publicado: 12-09-2010
 
Una de esas dos auditorías se realizó sobre el Occovi, el organismo que controla las concesiones viales y que hasta 2008 manejó Claudio Uberti. La AGN detectó irregularidades en los procesos de renegociación de concesiones viales con empresas que, en algunos casos, registraban incumplimientos totales en obras con las que se habían comprometido.

La otra auditoría se efectuó sobre la Administradora de Prestaciones Especiales (APE) uno de los organismos bajo sospecha en el caso de la mafia de los medicamentos. Allí la AGN revela el pago de sobreprecios en la campaña de vacunación antigripal de 2004 y defectos en la rendición de cuentas de parte de los sindicatos, entre otras anomalías.

Problema estructural

Lo sugestivo del caso es que la oposición domina ahora la Cámara de Diputados, por lo que no podría echársele la culpa al oficialismo de querer eludir el debate. La pregunta, entonces, es por qué sigue paralizado el control en el Congreso.

"Se trata de un problema estructural, porque es el sistema el que no funciona -afirma el diputado Heriberto Martínez Oddone (UCR), flamante presidente de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas-. La Constitución nacional le confiere al legislador un doble papel, el de legislar y el de controlar, pero este último, que es tan importante como el primero, no lo tiene asumido. Muchos legisladores no saben siquiera lo que es un informe de auditoría. Si lo descubrieran, sabrían que cada informe es oro en polvo."

El diputado Juan Carlos Morán (Coalición Cívica), miembro de la comisión, coincide. "Hay informes muy importantes pendientes. Como aquel que responsabiliza a Ricardo Jaime [ex secretario de Transporte] por no haber instrumentado las obras necesarias para adaptar el transporte público a los discapacitados, como marca la ley", sostuvo.

Martínez Oddone se propuso sacar del ostracismo a la Comisión Mixta Revisora; para ello, contrató al auditor Alfredo Fólica para poner al día a la comisión. El retraso es pasmoso; hay expedientes que datan de 2005 que ni siquiera fueron leídos.

"La única forma de corregir este problema es reglamentar el artículo constitucional que instauró la AGN, para dotarla de autonomía y mayores facultades -afirma el auditor Horacio Pernasetti (UCR)-. No hay eficacia en el control porque los informes de auditoría, si bien técnicamente son buenos, no son oportunos, ya que se aprueban tarde. Para peor, las recomendaciones que allí se formulan no obligan a los funcionarios a cumplirlas, por lo que terminan siendo simples súplicas."

"Los informes deberían ser vinculantes con sanciones o multas para los funcionarios que incumplan con sus deberes. Si no, el control no sirve", agrega Martínez Oddone.

Todo esto explica el desinterés legislativo por los informes de la AGN. La oposición prometió que avanzaría en una ley para cambiar la situación, pero por ahora no figura en su agenda de prioridades. "Tal vez porque se imagina gobierno en 2011", acicatea un importante legislador oficialista, consignó La Nación.

280 Informes de la AGN: No fueron siquiera tratados por los legisladores que integran la Comisión Mixta Revisora de Cuentas.

50 Dictámenes: Fueron emitidos por la comisión, sobre casos de irregularidades, pero no se discutieron en el recinto.