CABA.- Después del derrumbe del entrepiso de Beara, en el que murieron dos jóvenes, el Gobierno porteño anunció que a partir de esta noche intensificará los controles en boliches y salas de fiestas privadas . Además, confirmó que por un tiempo no otorgará permisos de excepción para realizar shows en vivo en lugares no habilitados para tal fin. Así respondió a una denuncia de legisladores, que aseguran que en lo que va del año ya fueron otorgados más de 250 de estos permisos .

En la Agencia Gubernamental de Control explicaron que de jueves a domingo los inspectores fiscalizan alrededor de 150 locales. Y que a partir de esta noche pondrán el énfasis en los lugares que llevan más tiempo sin ser visitados o sobre los que pesan más denuncias.

Por otra parte, el Ejecutivo decidió suspender provisoriamente los permisos para espectáculos otorgados a través de la resolución 1010/05 . Esta norma, que data de la gestión de Aníbal Ibarra, permite la tramitación de permisos excepcionales para hacer espectáculos en lugares no habilitados para ese fin. Pero varios legisladores cuestionan al Gobierno porteño porque este tipo de permisos se estarían usando cotidianamente: el local Terrazas del Este, en la Costanera Norte, habría recibido 90; Modena Design 78, el Tattersall más de 60 y el Golf Club, 67.

Hasta ahora el Ejecutivo no dio las cifras oficiales de permisos especiales otorgados. Sin embargo, extraoficialmente, en la Legislatura afirman que en 2008 fueron alrededor de un centenar, el año pasado unos 200 y en lo que va del año, más de 250. En ese mismo lapso, se habrían rechazado apenas 27 de estos permisos. “Vamos a presentar un pedido de informes, porque el concepto de la resolución 1010 es que fuera para casos excepcionales, pero estos permisos se convirtieron en algo habitual”, anticipó el legislador Daniel Amoroso (ex PRO, ahora de Unión Federal, el partido de Francisco De Narváez).

Pero la suspensión total del otorgamiento de los permisos no sólo perjudica a las “salas de fiestas privadas”, sino a instituciones como el Centro Cultural Konex, desde donde advierten que se podría paralizar la actividad cultural de la Ciudad.

Ayer el director de Habilitaciones y Permisos de la Ciudad, Martín Farrell, se presentó ante la Comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura. La oposición remarcó sus críticas.

“Nos volvió a mentir –aseguró el ibarrista Eduardo Epszteyn–. Dijo que decidieron no dar más autorizaciones por excepción, cuando se las daban a todo el mundo”.

“Farrell no pudo explicar por qué habilitaron como casa de fiestas a Beara, a pesar de que el área de verificaciones advirtió que funcionaba como un boliche de baile clase C encubierto”, contó Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro).

Fuentes del PRO dijeron que el desempeño de la dirección a cargo de Farrell fue “impecable” y por eso se lo confirmó en el cargo Los opositores cuestionan también la figura de “sala de fiestas privadas”, que no existe en el Código de Habilitaciones. Desde diciembre de 2007, la cantidad de locales bailables clase C se mantiene en 97. En ese lapso cerraron diez y abrieron otros tantos. Al mismo tiempo abrieron 48 nuevas “salas de fiestas privadas”. “Estamos ante un sistema para habilitar boliches usando un marco jurídico más endeble, así los dueños invierten mucho menos que si abrieran un local clase C”, afirma Ruanova.

Por otra parte, ayer se hizo conocer un informe de la Auditoría General de la Ciudad fechado en marzo pasado. Allí se asegura que la cantidad de inspectores para controlar a los boliches es “insuficiente”. Y que como usan un padrón desactualizado de locales habilitados, muchas veces “fueron fiscalizados establecimientos que no desarrollaban actividad alguna y/o cuyos domicilios eran inexistentes”.