Después de la tragedia de Time Warp, en la que fallecieron cinco chicos, el análisis de la concesión del predio Costa Salguero realizado por la Auditoría General de la Ciudad (Agcba) no despejó una de las principales sospechas: que el bajo canon abonado surge de un cálculo viciado por supuestas conexiones entre la firma que explota el complejo y las subconcesionarias. Por retaceo de información oficial y empresarial, el organismo no pudo concluir sobre la existencia o no de cruces societarios entre las partes, lo que favorecería la manipulación de los precios.

Así lo denunció la presidenta del cuerpo colegiado, representante del Frente para la Victoria, Cecilia Segura Rattagan. "En 2007, la Inspección General de Justicia (IGJ) había entregado toda la información. En un principio nos habían dicho que nos iban a dar los datos actualizados, pero nunca respondieron", dijo a la nacion. La Agcba intentó impulsar un nuevo pedido, pero una votación interna lo frenó.

En 2008, y a raíz de que el canon había quedado congelado con la pesificación, el macrismo negoció con Telemetrix que el monto a pagar se calcularía al promediar el precio de cuatro servicios prestados por igual cantidad de empresas que funcionan en el predio: el balde de pelotitas de golf, la hora en el estacionamiento, el alquiler del metro cuadrado en los pabellones y la noche en una habitación del hotel. Si hubiera conexiones societarias, podría haber manipulación de las variables.

"Si uno se pregunta por qué la IGJ no nos brindó la información, después de cómo el oficialismo nos frenó la nota reiteratoria, la negativa del gobierno porteño a dar esa información, la negativa de la Telemetrix y la de las subconcesionarias, creemos que es muy factible que sea porque están cruzadas las sociedades", sostuvo Segura.

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Fuente: La Nación