En la Ciudad se sirvieron almuerzos contra indicación médica
La Auditoría porteña detectó que a un niño alérgico al chocolate se le daba de desayuno un alfajor con esa cobertura, mientras que a otro con una dieta hipograsa le ofrecían de almuerzo un medallón de pollo prefrito con puré. No se cumple con los requisitos mínimos de infraestructura.
"En el 41% de los establecimientos educativos se incumple el menú entregado a los niños ya sea por reemplazo o falta de alguno de sus componentes", advirtió la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) en su informe de gestión sobre el servicio de comedor que se otorga a los niños de entre 45 días y tres años.
Entre los casos más preocupantes sobresale el de la Escuela Inicial Nº 8 D.E. 4 en la que "se solicitó un plan dietético por alergia al chocolate" pero como desayuno "se entregaba un alfajor con baño de chocolate sin reemplazo del sólido adecuado". Algo similar ocurrió en la EI Nº 5 D.E. 2, el pedido era por un plan hipocalórico e hipograso y el menú otorgado era un medallón de pollo prefrito con puré mixto.
"En el 16.5% de los informes bromatológicos se detectaron irregularidades"
En la última escuela también se detectó "un único menú para toda la comunidad escolar que va desde los dos años a los cinco" que constaba de milanesas preelaboradas y prefritas "no contempladas para el menú de maternal de uno a tres años".
Los auditores se encontraron con un jardín que le daba a los alumnos de tres años sándwiches en pan de figazza de salchichón y queso con un alfajor triple y otro que proporcionaba pebetes de paleta y queso más una manzana. Al respecto señalaron que "no es el refrigerio indicado para niños de tan corta edad como reemplazo del almuerzo ya que no cumple con los requerimientos de ingesta diaria de nutrientes para el adecuado crecimiento y desarrollo".
Del trabajo de campo realizado por la AGCBA también se desprende que "en siete escuelas hubo un déficit de ingredientes mayor al 30%, mientras en otras ocho la carencia fue mayor al 50%". En cuanto a los gramajes se observaron falencias similares, "en 12 instituciones la diferencia negativa fue del 30% y en otras cuatro el déficit fue mayor al 50%".
En el 16.5% de los informes bromatológicos presentados a la Dirección General de Servicios Escolares "se detectaron irregularidades".
Se verificó también el labrado de cuatro actas por incumplimientos. No obstante, "no se registró el inicio de un expediente por penalidad".
Otra de las infracciones halladas está vinculada con el complemento que debe entregarse a los niños según el pliego de contratación. El informe, que evaluó el 2015, detalla que puede ser un yogur entero, un flan de vainilla o un postre de maicena, pero que "en el 58% de los establecimientos no fue entregado". En los lugares donde sí se hizo el envío "en el 46% de los casos no alcanzó para el total de la matrícula".
Para realizar el análisis, que se aprobó en agosto de este año, la Auditoría de la Ciudad relevó 27 de 255 instituciones. Pero, llegar al total de escuelas no le fue nada fácil, de hecho representó una limitación al alcance.
Los complementos, como yogures y flanes, no fueron entregados en el 58% de las instituciones.
En una primera instancia, cuando se le pidió a la Dirección General de Servicios a las Escuelas el número de instituciones la respuesta fue 96. No obstante, los auditores observaron en la página del GCBA, en la oferta educativa, que había más establecimientos. Ante esta situación, reiteró el pedido y el área auditada incorporó 351 escuelas, pero no así el tipo y la cantidad de raciones por servicio.
Para verificar la consistencia de los datos, que fueron calificados por el organismo de control como "incompletos e inconsistentes", se procedió a llamar a cada uno de los que conformaban la lista para cotejar su existencia, las secciones por establecimiento y el tipo de servicios alimentarios.
Este procedimiento permitió comprobar que los 351 establecimientos informados oportunamente brindaban los siguientes servicios:
Infraestructura
En el trabajo de campo se observó el cumplimiento de los requisitos establecidos en el pliego con respecto a los salones comedores. De los establecimientos relevados, "el 40% no contaba con aberturas al exterior con malla mosquitera", mientras que "casi el 22% carecía de sillas y mesas en buen estado de mantenimiento". Otro 30% "no contaba con artefactos de iluminación protegidos contra rotura".
También se evaluó el área de elaboración y manipulación de alimentos con los siguientes resultados:
En relación al personal, "la cantidad no es acorde al número de raciones a elaborar y distribuir en el 24% de los establecimientos educativos", señala el informe.
A ello se suma que en el relevamiento se observó "que no se usan barbijos en más de la mitad de las escuelas ni guantes descartables en el 42% de ellas".
Sobre la higiene de las áreas "la AGCBA detectó fallas en el 26% de las cocinas, en el 27% de los depósitos de alimentos y en el 33% de los contenedores isotérmicos".
Como en todos los informes que elaboran los organismos de control las recomendaciones tienen a revertir esta situación a fin de mejorar la calidad del servicio de alimentos en las escuelas públicas porteñas.