El Concejo vuelve a tratar la compra de terrenos para el IPAV
Operatoria: el 7 de mayo el Concejo aprobó la compra de tierras, por unos ocho millones de pesos. Pero una nomenclatura catastral estuvo mal designada, ya que uno de los terrenos estaba subdividido y se incluyó una fracción que no entraba en la operatoria. El expediente pasó por no menos de veinte manos sin que nadie lo advirtiera.
General Pico.- El Concejo Deliberante local deberá hoy enmendar un error en la compra directa de terrenos para el IPAV. El expediente que se aprobó a principios de mayo incluyó un terreno que no entraba en la operación de compra, situación que ahora corregirán los concejales en sesión especial.
Se trata de la operatoria por los mismos terrenos que el Tribunal de Cuentas impugnó al IPAV, por lo que se acordó luego una compra directa del municipio piquense, con fondos del Instituto de la Vivienda. El 7 de mayo el Concejo Deliberante aprobó la adquisición de las tierras ubicadas en el sector norte de la ciudad, por un monto que ronda los ocho millones de pesos.
El insólito error se basó en una nomenclatura catastral mal designada en el expediente, ya que uno de los terrenos estaba subdivido y se incluyó en la compra una fracción de tierra que no entraba en la operatoria. El expediente pasó por no menos de veinte manos, entre funcionarios municipales, del IPAV y del Concejo Deliberante, sin que nadie lo advirtiera.
"Se les pasó a todos", reconoció ayer un concejal a El Diario y anticipó que hoy a las 8:30 horas deberán aprobar nuevamente la compra de los terrenos. El error administrativo fue detectado en la última instancia de la operatoria, por lo que se debió enmendar y regresar el retrasado expediente.
Es el segundo error que se comete en el mismo expediente. El primero de ellos fue por parte de funcionarios del IPAV, por lo que el Tribunal de Cuentas decidió impugnar la operatoria. Ante esta situación, y para achicar el proceso burocrático, funcionarios del organismo de viviendas acordaron con el municipio piquense la compra directa de los terrenos. Sin imaginar que esta vez un nuevo error pasaría inadvertido por muchos más funcionarios, dilatando insólitamente la compra de las tierras.