Publicado: 07-10-2011
  
La Justicia intentaba hallar pistas para determinar cómo Javier Fernández, el integrante por el oficialismo de la Auditoría General de la Nación (AGN), fue baleado por un desconocido el miércoles por la mañana. El juez federal Sergio Torres analizaba desde ayer una enorme cantidad de imágenes de cámaras de seguridad.

La Justicia obtuvo grabaciones de las cámaras que abarcan el trayecto entre la casa de Fernández y la AGN para tratar de determinar si su auto era seguido en los últimos tiempos. También están bajo estudio las imágenes de las cámaras de la zona de Colegiales donde el miércoles por la mañana balearon al auditor.

El hecho se produjo cuando el auto oficial de Fernández, un Citroen C4, estaba parado en un semáforo sobre la calle Zapiola entre Jorge Newbery y Teniente Benjamín Matienzo. Desde un Ford K blanco le dispararon tres veces. Dos de las tres balas-calibre .22- impactaron en el vidrio del acompañante en tanto la restante se incrustó en el capot del auto. Ni Fernández ni su chofer declararon aún ante el juez Torres quien tiene el caso junto al fiscal Federico Delgado.

A las cámaras de seguridad que tienen como objeto controlar el tránsito se les sumaron aquellas destinadas a prevenir delitos y también las de empresas privadas que tomaron imágenes en la zona del tiroteo. Ni el auditor ni quien lo acompañaba el miércoles estaban armados y Fernández atinó a agacharse e inclinarse hacia el asiento del chofer cuando escuchó el primero de los disparos. Hasta ahora no se han podido hallar testigos del hecho.

Fernández es un hombre que, en nombre del kirchnerismo, influye en los tribunales donde hay en juego causas con contenido político. Está en la AGN desde el año 2001 y ha elaborado una enorme red de contactos dentro y fuera del Poder Judicial. Fue asesor en el Congreso, y luego trabajó junto a Rodolfo Barra quien fue ministro de Justicia del menemismo y con Adolfo Vázquez ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En principio en fuentes cercanas a Fernández se creyó que el ataque podía haber sido con la intención de robarle el auto. Pero con el paso de las horas una hipótesis más grave fue creciendo. El conductor del Ford K iba solo hecho que no se condice con un intento de robo. No se descarta que los tres balazos, disparados a plena luz del día, tengan relación con su tarea. Fernández resultó ileso y probablemente la semana próxima vaya a declarar a los tribunales de Retiro.