Publicado: 16-10-2009

Sus miembros reconocieron que en escenarios críticos en materia económica como 2002 o ante pandemias como la de la Gripe A, hay otra contemplación de las normas vigentes.

Encabezados por su presidente, Eduardo Grinberg, el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires analiza desde ayer en Tandil los controles que se realizaron desde el organismo en el presente 2009, además de unificar criterios uniformes para las acciones que desplegarán desde el año entrante.
Al menos así lo entendió, junto a los vocales, su máxima autoridad Grinberg, quien encabezó una breve conferencia de prensa ayer al mediodía en el Municipio de Tandil, ciudad elegida por segundo año consecutivo como sede de una intensa jornada de capacitación.

"Hemos elegido una ciudad linda como Tandil, ya lo habíamos concretado en 2008, con la idea de reunir a los integrantes del Tribunal de Cuentas en el interior de la provincia, un poco alejados de La Plata en donde tenemos la sede central", explicó Grinberg.

Sobre los objetivos, mencionó que "se trata de una reunión para evaluar todo lo realizado con las distintas acciones que el organismo desarrolló durante este año, como balance, y también para proyectar las futuras acciones del organismo".

Luego, agregó que entre los puntos más relevantes del encuentro tanto los miembros como los representantes de las delegaciones regionales analizarán información "sobre todo en materia de control, que es el objetivo de este Tribunal".

Hasta el año 2007 este tipo de encuentros se desarrollaban en Mar del Plata, pero desde 2008 los representantes del interior bonaerense se encuentran durante varios días en la localidad serrana.

En referencia a los asuntos más importantes, Gringber detalló que "analizamos la gestión de manera general, porque el Tribunal analiza el encuadramiento legal de las acciones de gestión de organismos provinciales, municipales o autárquicos".

Y amplió: "Nuestra tarea cotidiana es realizar un control de legalidad y evaluamos los cumplimientos a las normativas vigentes", que se enmarcan en la Ley Orgánica de las Municipalidades.

Al respecto, agregó que en definitiva tratan de "seguir buscando los mejores resultados de las gestiones, recomendando en cada caso qué es lo que se debe hacer", desde la administración de organismos estatales o descentralizados que dependen de los estados locales y provincial.

Por eso, sus integrantes coincidieron ayer que además del poder punitivo que ejercen –con multas por mal desempeño de las funciones- se constituyen como "un importante organismo de asistencia técnica".

Al igual que en escenarios de crisis como el que atravesó la provincia y el país durante 2001 y 2002, hay cuestiones que en particular pueden "flexibilizar" los apercibimientos y señalamientos que se emiten desde el organismo.

"Claro que en etapas de crisis como sucedió en 2002 o ahora por la situación de pandemia, un poco las normas legales se flexibilizan", remarcó uno de los vocales, al momento de contemplar eventualidades.

La conferencia fue encabezada por su presidente Eduardo Benjamín Grinberg, junto a los vocales del organismo Gustavo Ernesto Fernández, Héctor Bartolomé Giecco y Miguel Oscar Teilletchea.

El Tribunal de Cuentas, por ser un órgano de control administrativo con funciones jurisdiccionales, es el encargado de examinar las cuentas de percepción e inversión de las rentas públicas, tanto provinciales como municipales. Para el cumplimiento de tal cometido ha distribuido en distintas vocalías los entes a fiscalizar de acuerdo a sus características y a ello ha adaptado el procedimiento aplicable.

El caso de las Vocalías de Municipalidades presenta una innovación a partir de la creación de las Delegaciones Zonales ubicadas en el ámbito de la Provincia, cada delegación atiende un número determinado de municipios, realizando la tarea en la propia comuna por intermedio de un relator contador (senior) y un oficial mayor de estudio contador (junior).

Realizan auditorías mensuales a las distintas dependencias, dejando constancia en actas de las observaciones que puedan surgir y mensualmente confeccionando un informe de avance sobre la situación de la comuna. 

El delegado anualmente eleva un informe sobre el estudio practicado, con sus conclusiones, donde refleja las observaciones formuladas durante el ejercicio, que sirve de base para la determinación a que arriba el relator interno y que posteriormente concluye con el juicio de cuentas que se expresa en un fallo, lo que es común al resto de las vocalías.