Publicado: 14-04-09

Olavarría.- En un clima ardiente de definiciones políticas y electorales, José Eseverri eleva una rendición de cuentas con un superávit inédito. Quince millones que juntó y depositó en el Banco Provincia pensando en la crisis. Si el tornado pasa y no se lleva todo, el Intendente tendrá la posibilidad de elegir en qué invierte ese dinero. Y de mostrar si la distribución equitativa de los recursos es realmente una convicción filosófica o una postura ocasional.

En abril de 2008 aparecían números de un año electoral, con sólo cuatro meses de gobierno de Helios Eseverri y el resto de Julio Chango Alem; números amargos que nadie defendió. Había casi dos millones y medio de déficit en la rendición de cuentas. Cuando Eseverri, Helios, había terminado el 2006 con cuatro millones y medio de superávit. El propio Alem -a quien no le gusta bajar a la banca- tuvo que hacerlo para defender sus números.

José Eseverri arrancaba su primer año de gobierno con un presupuesto armado por otros, un bloque de concejales heredado, un déficit que se llevaba la mitad del superávit del año anterior y un nivel de conflictividad que ya estaba instalado definitivamente cuando las cuentas llegaron al Concejo Deliberante.

"Sí, era mitad mía y mitad de Helios -dijo Alem en entrevista con EL POPULAR-. Yo me sentí mal con la forma en que se la comunicó cuando se la mandó al Concejo, con el tema del déficit. Pero bueno, nunca falta algún tontito que se quiere pasar de vivo". A esa altura Chango había hablado a favor del campo en la apertura de sesiones y algo se había quebrado entre los dos.

Plazo fijo

Ayer un funcionario clave del área financiera admitió que había "un superávit importante" pero no se animó a pronunciar la cifra. Habló de "problemas ligados a lo técnico" que habían complicado el armado del informe por el cambio de sistema de cálculos.

"En una decisión que no registra antecedentes en nuestro municipio se constituyó un fondo anticíclico con depósitos en plazo fijo en el Banco de la Provincia de Buenos Aires de conformidad a las disposiciones legales y doctrina del Tribunal de Cuentas de la Provincia que de manera escalonada respaldan la gestión mensual del Municipio. Todo esto será reflejado en la rendición de cuentas que presentaremos en tiempo y forma al análisis de este Concejo Deliberante el día 15 de abril", dijo el Intendente el lunes 6 en su interminable discurso del 6 en el recinto.

José reconoció ayer a EL POPULAR que el superávit de 2008 fue de 15 millones de pesos, depositados en su totalidad en un plazo fijo en el Banco Provincia, cifra a la que se suman los dos millones restantes del superávit de 2006. El depósito, entonces, es de 17 millones.

"Trabajamos para eso y para tener respaldo. Y además nos genera intereses porque está en plazo fijo", aseguró Eseverri. Los fondos fueron depositándose desde el mes de julio en adelante "con la idea de conformar un fondo anticíclico" para frenar los huracanes que se vengan. "Es la primera vez que se hace esto", destacó.

El presupuesto con el que encaró el 2008 fue de 107 millones y "terminamos ejecutando 114 millones", aclaró. El Intendente admitió que la recaudación del aumento en la tasa de Servicios Generales Urbanos y Suburbanos incidió pero, a la vez, "invertimos doce millones más en salarios, hubo un control férreo del gasto, se municipalizaron muchas áreas". E insistió en que "se pagó un 38 por ciento más de salarios". Ese ahorro, dijo, "no fue en desmedro de la inversión".

"Durante el año 2008 llevamos adelante una gestión económico financiera que recuperó la solvencia fiscal del municipio. En el marco de esa necesaria gestión avanzamos en diversos frentes: Ordenar el gasto de manera tal de maximizar el esfuerzo por reducir costos y no perder calidad del servicio. Construir una ejecución presupuestaria superavitaria que permita constituir un fondo anticíclico a la par de generar recursos financieros vía la percepción de intereses atento a las actuales tasas que abona el sistema financiero", dijo el 6 de abril. Cuando, lamentablemente, la médula del acto de apertura fue la disputa con Julio Alem. Por obra y gracia de ambos, claro.

Esto es lo que hay para mostrar, parece decir, poniendo el pecho a la balacera. Y no es poco. Pero el ruido político ensordece a tal punto que ya nadie escucha ni se escucha. "Yo asumí con la sospecha de que a los cuatro meses me iba de ministro, del desapego a la gestión, con críticas que decían que viajaba todo el tiempo". Mientras tanto, "se superó una etapa de déficit y se ordenó financieramente", recalcó.

Ahora habrá que transitar días complejos. En los que puede definir encabezar una lista de concejales para la que no tiene alternativas fuertes o ir arriba como senador traccionando votos de la Séptima. Cualquiera de las dos jugadas es riesgosa. Y puede terminar con magullones que duelan el 28 de junio. A pesar de tener bastante para mostrar.