Los árbitros de Aerolíneas
Existe un desconocido organismo público del que depende gran parte del futuro de Aerolíneas Argentinas-Austral y el caudal político del Gobierno: el Tribunal de Tasaciones de la Nación. Tiene la misión de establecer el precio de compra de las dos aerolíneas por parte del Estado. En un momento en que el Gobierno y el grupo Marsans se pelean por quién se hace cargo de la deuda de las empresas, y en que también se discute si semejante reestatización será un buen negocio para el kirchnerismo o si se sumará otra piedra en el camino.
El pequeño grupo de funcionarios de más de veinte años de carrera está frente a la valuación más importante de su historia. Cuando en la cláusula sexta del acta acuerdo firmada con los españoles para transferir las acciones de Aerolíneas al Estado se le encomendó la función de fijar el precio de la operación al Tribunal de Tasaciones, pocos lo conocían. "Existe aunque no lo creas", fue la respuesta en aquel momento de un funcionario involucrado en esa negociación.
Aprobada la ley nacionalizadora en Diputados y a las puertas del debate en el Senado, el rol que tendrá este organismo será fundamental para saber si el Estado hizo o hará un buen o mal negocio al recuperar la aerolínea de bandera y la principal de cabotaje.
El artículo segundo de la norma prevé que este tribunal realice las valuaciones de las dos firmas correspondientes al 1 de julio de 2008. Encima tendrá a la Auditoría General de la Nación (AGN), y a la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones. A pesar de que Marsans contrató para esta tarea al banco Credit Suisse, el Parlamento sólo tomará en cuenta el número al que llegue el organismo público.
Para no cargar con todo, el tribunal subcontrató a las universidades de Buenos Aires y Tecnológica Nacional. Nunca antes en sus 64 años de historia tuvo por delante una valuación de un bien de esta magnitud ni tan caliente políticamente.
El Tribunal de Tasaciones de la Nación fue creado en diciembre de 1944 por el auge de las expropiaciones –siempre sospechadas de sobreprecio– tanto por razones políticas o para la obra pública. Hasta ese momento, el expropiado contrataba un perito y el Estado otro, que en la mayoría de los casos, actuaban en connivencia para sacarle una desproporcionada tajada al expropiador.
Se lo definió como un organismo técnico imparcial para fijar valores para la adquisición, enajenación, locación u otros fines requeridos por el Estado.
Es una oficina pública menor. El año pasado, su presupuesto fue de $4,1 millones. Cuenta con 79 empleados, entre planta permanente, contratados y pasantes. Entre las valuaciones destacables de 2007 figuran la de la central nuclear Embalse y la del helicóptero presidencial Sikorsky S-70A para la Secretaría General de la Presidencia. Siempre actúa bajo contrato y les cobra honorarios a las reparticiones públicas que requieren de sus servicios.
Está compuesto por ingenieros, agrimensores y unos pocos arquitectos, la mayoría con más de veinte años en su cargo, sin padrinazgo político, nombrados desde la vuelta de la democracia hasta el presente. Tiene un presidente, un vicepresidente, dos miembros y cinco directores de área; entre ellos, uno que se ocupa de auditar a los auditores que valúan los bienes.
Su funcionamiento es similar al de la Corte Suprema. El presidente, el vice y los demás miembros votan un dictamen en un plenario interno, que se aprueba con mayoría simple. El voto del presidente vale doble. Así también se hará con Aerolíneas-Austral una vez que termine la auditoría iniciada hace un par de semanas.
El valor de las empresas deberá estar para antes del 17 de septiembre, cuando vence el acta acuerdo. Los tiempos corren y queda mucho por analizar. Y por más técnico que sea el Tribunal de Tasaciones, el kirchnerismo ya demostró con el INDEC que no se fía de los números independientes. El tribunal depende de la Secretaría de Obras Públicas, también bajo el paragüas del Ministerio de Planificación, impulsor de la reestatización de la aerolínea de bandera.
El dato
148 millones de pesos es el déficit financiero-operativo (pérdida) de Aerolíneas/Austral que espera el Gobierno para el mes de agosto.