Publicado: 16-10-2010

"No nos vamos a rendir si no somos escuchados”, disparó Natalia, de 16, desde una banca de la Legislatura porteña. Ocurrió ayer a la mañana, durante el final del programa “Escuela de Vecinos” que anualmente reúne a 700 chicos de cuarto año de escuelas públicas y privadas porteñas que durante meses investigan dos problemáticas, las analizan con expertos y proponen mejoras que les presentan a los diputados.

Todos estuvieron en el palacio legislativo, pero sólo 60 entraron al recinto y ocuparon las bancas. Los demás, desde otros salones, seguían por pantalla gigante el desarrollo de la “sesión”. Esta vez, los temas elegidos fueron la deserción escolar y la basur a. Los diputados por un día, con voz firme, comenzaron con un diagnóstico de cada caso. Preciso y descarnado. Sobre la deserción escolar denunciaron la “falta de datos ciertos y actuales”. Y señalaron que no se debe sólo a problemas económicos, sino a familiares, a la desmotivación e incluso, al embarazo adolescente.

En este tema, a la hora de las propuestas, recomendaron la creación “en forma obligatoria de un centro de estudiantes en cada escuela” y un “Concejo de Estudiantes de la Ciudad” para promover la motivación de los alumnos. También, establecer el rol de “Agentes Motivadores”. Y crear una “cédula de identificación escolar de cada estudiante para registrar los casos y motivo de abandono escolar. Además, reclamaron “el cumplimiento del Programa de Educación Sexual Responsable” aprobado por ley para prevenir los embarazos.

Con relación a la basura denunciaron que los vecinos “en un gran porcentaje la sacan sin ninguna separación” entre residuos húmedos y reciclables. Y que hay contenedores para depositarla en forma separada en apenas 6.000 de las 24.000 cuadras capitalinas. Además, subrayaron una serie de falencias en los hospitales en el tratamiento de los residuos patogénicos. Y propusieron, entre otras cosas, bolsas domiciliarias de residuos biodegradables de colores según el tipo de basura. También, campañas de concientización y una “Semana de la Conciencia Ambiental”.

La Escuela de Vecinos 2010 –promovida por el ministerio de Educación porteño, la Vicaría de la Educación del arzobispado y la Fundación Eforo- llegaba a su fin. Yanina, tomó el micrófono y lanzó una pregunta: “La basura de la Ciudad va a la provincia: ¿qué pasaría si fuese al revés? Tenemos que ser más cuidadosos”. Y Vanina, a su vez, dijo que le quedó la sensación de que “todos podemos hacer algo”.