La semana pasada, el directorio de Aerolíneas comunicó que los estados contables de ambas empresas arrojaron en 2007 un patrimonio neto negativo de 1000 millones de pesos. Sin embargo, desde la bicameral señalaron que ese número todavía es un borrador, ya que todavía no fue avalado por el auditor externo del Grupo Marsans, Prince WaterHouse Cooper. Mientras tanto, el Estado continúa aportando para su capitalización. En el proyecto de ley del Presupuesto 2009, la Subsecretaría de Transporte Aéreo prevé transferencias al sector privado para financiar gastos corrientes y de capital por 915.550.000 de pesos.

"Nunca tuvimos el material firmado por sus auditores, por eso decimos que sus números no son creíbles. A mayo de 2008, las dos compañías acumulan deudas concursales y posconcursales por más de 1100 millones de dólares", aseguró a PáginaI12 el radical Rubén Lanceta. Más allá de la falta de información, la bicameral quiere que tanto la AGN como el Tribunal de Tasación continúen con su trabajo. Por eso, West le hizo saber al auditor general, Leandro Despoy, que más allá de las desprolijidades de Marsans, sigan adelante con la fiscalización. Lo mismo correría para Tasación, que está trabajando con tres hipótesis de valuación. "Deberían jugarse por un valor. Si la empresa tiene déficit, sus flujos de fondos también serán negativos. Hoy estamos hablando de una empresa que prácticamente no tiene valor", sentenció West.