Ver gestionpublica.info

Publicado: 01-08-2013

CABA.- Por Atilio A. Boron. Una ola de entusiasmo recorrió buena parte del país cuando se firmó el acuerdo entre el gigante petrolero norteamericano Chevron e YPF para explotar los grandes yacimientos “no convencionales” de petróleo y gas de esquisto (“shale”) de Vaca Muerta.

Dejando de lado los cruciales aspectos políticos vinculados a la conveniencia o no de ligar la estrategia de recuperación del autoabastecimiento energético nacional en manos de una transnacional petrolera con los nefastos antecedentes que en materia medioambiental registra la Chevron quisiera en esta nota concentrarme en dos puntos: primero, la eficiencia global de un acuerdo que aún no ha sido sometido a escrutinio público, lo cual constituye una gravísima anomalía. En segundo lugar, los problemas que suscita la aplicación de la tecnología de la “fractura hidráulica”, también conocido como fracking en la explotación de los recursos hidrocarburíferos de Vaca Muerta.

Leer más...