Rubén Edgardo Quijano, Presidente del Secretariado Permanente de Tribunales de Cuentas y Organismos Públicos de Control Externo de la República Argentina, pronosticó un “sombrío panorama para la suerte de control externo nacional y una posterior e inmediata embestida hacia los Tribunales de Cuenta provinciales como efecto dominó”. Fue durante su disertación como invitado de las Jornadas Nacionales de Control y Transparencia en la gestión pública, realizadas en la ciudad de Junín.

Quijano, también miembro del Tribunal de Cuentas de Chaco, arribó a esta conclusión luego de realizar una comparación de los dos modelos de control público externo que subsisten hoy en día: Auditorias y Tribunales de Cuentas. Según recordó, “hasta el año 1992 existió el Tribunal de Cuentas de la Nación, a este modelo se lo empezó a criticar muy fuerte al tiempo que se ensalzaba el sistema de auditoria, de supuesto corte moderno”. “El nuevo órgano se creó con limitadas funciones de control y, en forma casi simultánea, comenzó a proliferar las actividades de consultoras privadas en el sector público, creando un cuadro de situación complejo”, remarcó.

“Nos encontramos hoy en condiciones de afirmar, sin lugar a dudas, que el modelo sustentado por los Tribunales de Cuentas es, entre los sistemas conocidos, el más apto para aplicar en materia de control público externo, en contraste con el aplicado por la AGN que, tal cual está concebido, desde mi óptica personal, es un modelo que ha fracasado”, sentenció Quijano.

Durante su exposición, Hugo Jenefes, presidente del Tribunal de Cuentas de Chaco, advirtió: “Volver a discutir estos temas, si Auditorías o Tribunales, no sirve. Los invito a todos a que, en primer lugar, entendamos que esto es un problema cultural de la Argentina”, enfatizó.

Para Quijano, por otro lado, “Chaco es una de las provincias sobre las que más presión política se ejerciera para eliminar su Tribunal de Cuentas y reemplazarlo por una auditoria”. Según imagina, la razón sería que tanto él como Jenefes fueron los que más se expusieron públicamente “en defensa de este modelo de control”.

El Presidente del Tribunal de Cuentas de Chaco dudó sobre la pertinencia de que los organismos de control estén en manos de “una oposición virulenta”, porque, así, podrían transformarse en “una oficina de información pública”.

Ambos disertantes se refirieron al rol del ciudadano en el control. Jenefes señaló la necesidad de “generar un compromiso con la cosa pública, porque no hay ningún sistema que no se legitime si no es a través de mecanismos de sanción social”, mientras que Quijano, remarcó: “Hay que orientar acciones hacia un fuerte posicionamiento en la sociedad, para que se conozcan cuáles son nuestras funciones”.