Según los datos preliminares del Censo Nacional 2022 en Argentina hay 17 millones de viviendas en donde viven 46 millones de personas. El 51% de la población son mujeres, el 48% varones y el 0,02% son personas que no se identifican bajo esos géneros ¿Para qué sirven estos datos y cuánto sirven a la hora de tomar decisiones políticas? El Auditor.info se comunicó con Diego Pando, presidente de la Asociación Argentina de Estudios de Administración Pública (AAEAP), para charlar sobre el tema.

-¿Cuánto sirve un censo a la hora de tomar decisiones y crear políticas públicas?

Los datos que surgen de un operativo censal permiten ir más allá de las intuiciones y robustecer el diseño y la implementación de políticas públicas a partir de la evidencia empírica. Si bien es cierto que los datos censales también son utilizados por empresas y organizaciones de la sociedad civil para investigar, planificar y llevar adelante proyectos basados en información oficial, lo cierto es que el Estado es productor y principal consumidor de estos datos para, por ejemplo, conocer las principales características demográficas y socioeconómicas de la población que reside en el territorio nacional y sus condiciones habitacionales.

Más allá de la utilidad de las encuestas periódicas o específicas y otras técnicas de recolección de datos primarios, es el censo de población la fuente principal de información demográfica y socioeconómica que facilita la elaboración de indicadores de desarrollo, proporciona bases para preparar estimaciones de natalidad, mortalidad, migración y del crecimiento de la población, según diversos atributos, por regiones y otras proyecciones derivadas.

Es una herramienta para el reconocimiento, la visibilidad y reivindicación de las identidades de grupos vulnerados.

-¿Recordás alguna ley o medida que se haya tomado a partir de la lectura de los resultados de un censo?

Con los resultados de censos anteriores se han diseñado planes federales de vivienda a partir de la información sobre provincias y departamentos con mayores necesidades habitacionales. Por ejemplo, la Ley de Acceso Justo al Hábitat (2012) en la provincia de Buenos Aires (en cuyo diseño participé) se basó en los datos censales para elaborar una respuesta desde una mirada integral a los distintos aspectos vinculados a la problemática de la tierra y la vivienda. También se han diseñado programas de infraestructura para las áreas identificadas con déficit de agua potable, cloacas y otros servicios públicos esenciales. En el ámbito educativo se han diseñado políticas para niños, niñas y adolescentes que residen en zonas que tienen problemas de deserción y retraso escolar identificadas a partir de la información censal. También en el ámbito de la salud se han diseñado políticas focalizadas para reducir la desnutrición infantil.

-En el último censo se determinó que el 0,02% de la población no se identifica ni como hombre ni como mujer. ¿El censo es una herramienta que puede ayudar más a las minorías a la hora de la toma de decisiones?

Sin dudas es una herramienta para el reconocimiento, la visibilidad y reivindicación de las identidades de grupos históricamente vulnerados.

-A partir del resultado de este censo, ¿qué ley se podría desarrollar próximamente?

El Censo abrió una ventana de oportunidad para actualizar el número de diputados nacionales de cada provincia, tal como lo establece la Constitución Nacional. De hecho, la Cámara Nacional Electoral ya instó al Congreso a que realice ese ajuste. La Cámara de Diputados, a pesar de tener un sistema proporcional, presenta una importante sobre-representación de provincias pequeñas y una sub-representación de provincias grandes en donde la más perjudicada es la provincia de Buenos Aires a la que le corresponderían entre 30 y 40 diputados nacionales más de los que hoy tiene. En este sentido, hay varios proyectos de ley presentados en la Cámara de Diputados de legisladores de distintos signos políticos para resolver este problema de representación política.