Agua: los desafíos ante un recurso cada vez más escaso
En el marco del Día Mundial del Agua, diversos actores analizaron la crisis hídrica, la situación en el país y la participación ciudadana. Este año el lema de la campaña es “Aguas subterráneas: haciendo visible lo invisible”.
El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua y el lema elegido este año es “Aguas subterráneas: haciendo visible lo invisible”. Desde El Auditor.info dialogamos con diferentes actores sobre el acceso al agua, la crisis hídrica, la falta de estadísticas, la ruralidad y la participación ciudadana para mejorar el acceso a este recurso esencial para la vida humana.
El 80% de la población argentina tiene acceso a agua potable y un 56% cloacas.
En el mundo, tres de cada 10 personas carecen de acceso al agua potable segura y seis de cada 10 no tienen saneamiento, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el caso de nuestro país, el 80% de la población tiene agua potable y un 56% cloacas. Estos datos son del Ministerio de Obras Públicas, la autoridad encargada de ejecutar los proyectos vinculados a este recurso.
El Plan Federal de Agua y Saneamiento busca para el año que viene alcanzar un 88% de acceso a agua potable y un 66% al saneamiento. Este plan está vigente pero actualmente se encuentra en modificación, según aseguró Gustavo Villa Uría, subsecretario de Obras Hidráulicas de Nación. “Planteaba valores a los cuales no podemos llegar porque no son valores reales. Estamos trabajando en esto pero desde otra visión, ya que requería de mucha inversión y es muy centralista de las zonas urbanas. No prevé la variabilidad del clima que afecta a la disponibilidad de agua”, indicó el subsecretario.
La crisis climática exige estar atentos a los nuevos desafíos que generan dificultades en el abastecimiento y en la productividad. “Porque no es sólo el acceso al agua, que es un concepto urbano, sino que es un recurso necesario para todas las actividades del hombre: la producción, la industria, la agricultura, todo necesita agua”, destacó Villa Uría. De 2001 a 2010 se sumaron al servicio más de tres millones de personas, a este ritmo en los próximos meses habría que triplicar la cobertura lograda en una década para cumplir con el Plan.
La Agenda 2030 establece en su ODS 6 como meta lograr el acceso universal y equitativo al agua potable para 2030. Mientras los países intentan llegar a este objetivo, la crisis climática dificulta la disponibilidad de agua en todos los territorios. En Argentina se calcula que alrededor de 7 millones de personas no tienen acceso al agua potable, siendo las provincias con menos acceso Formosa, Tierra del Fuego, Salta y Chaco.
Acceso al agua y ruralidad
Mabel Elizabeth Amarilla es ingeniera en Recursos Hídricos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y desde hace años recorre las provincias más afectadas por la falta de agua como Santiago del Estero, Formosa y Salta. “Falta agua por condiciones naturales propias del ambiente, del Gran Chaco árido, semiárido. En la mayoría de estas áreas, el promedio de lluvia es bastante bajo y en los últimos cinco años, con el cambio climático, esta situación se acentuó. Los promedios normales ya no se cumplen y eso pone en crisis todo el sistema”, aseguró.
Su grupo de trabajo se llama “Aguateros” y realizan proyectos de acceso al agua segura a escala domiciliaria en áreas rurales y para producción a pequeña escala de huertas y ganadería. Siguiendo a Amarilla, hay dos tipos de comunidades rurales: las que están más agrupadas y las más dispersas, que son las más afectadas por su disposición. “No tienen red de agua, ni grifo que llegue a la puerta de la casa, entonces se complica un poco más. Hay que pensar en otro tipo de tecnologías y buscar fuentes alternativas", mencionó Amarilla.
“Hay que asegurar fuentes de agua para cuando no llueve, tener fuentes alternativas".
Algunas provincias mencionadas cuentan con acueductos como Santiago del Estero y Formosa. En otras, se están realizando obras. Para Amarrilla es necesario planificar proyectos pensando a largo plazo: “Hay que asegurar fuentes de agua para cuando no llueve, tener fuentes alternativas, pensar en el agua subterránea. Hay que planificar teniendo en cuenta el déficit hídrico, no sólo para consumo, los productores tienen que tener la capacidad de cubrir la demanda de agua con distintas alternativas y tecnologías”.
“Desde el INTA, el acceso a agua segura es una de nuestras prioridades para quienes están fuera del sistema. Este año el tema central es el agua subterránea, hacerla visible. Sobre esa fuente se sabe poco, se estudia poco, se conoce poco. Las personas son arriesgadas y hacen perforaciones sin contar con el tecnicismo y la información adecuada, lo que trae a veces problemas. Es necesario cuidar ese recurso que es preciado, como el acuífero Guaraní”, finalizó Amarilla.
Aguas subterráneas
Argentina tiene aguas subterráneas en todo su territorio. El Acuífero Guaraní es el más grande pero existen otros como el Pampeano, o el Yrendá - Toba - Tarijeño, entre otros. Con sequías cada vez más alarmantes, que traen pérdida de producción agrícola e incendios y un 70% de nuestro suelo árido, estas aguas se vuelven claves para el futuro.
“Estamos viviendo cada vez más situaciones extremas, esto tiene que ver con el cambio climático. Estamos perdiendo ese ciclo de agua. Eso se traduce en catástrofes naturales. Hay que invertir en soluciones que la naturaleza hubiese generado y nosotros rompimos. Como los humedales, que generan retención de agua en el suelo. Si volvemos a fomentar los humedales vamos a tener más agua y vamos a poder administrar mejor el ciclo del agua”, detalló Manuel Saudí, de Agua Segura.
Los humedales son fundamentales para la recarga de las aguas subterráneas y los acuíferos. “Hay que hacer restauraciones pasivas, dejar que la misma naturaleza genere lo que tenga que generar. Hay que producir lugares de retención de agua, eso puede ser a través de vertientes naturales, cosecha de agua de lluvia, ayudar a la naturaleza a recuperar el agua que no está logrando meter dentro del circuito. Hay que invertir en suelo, para que junte agua y se recarguen los acuíferos”, desde Agua Segura llevan más de 3.800 proyectos sostenibles realizados en la problemática.
Participación Ciudadana y agua
Juan Lapetini, es el director de la Fundación Aguas desde donde desarrollan iniciativas colectivas para brindar soluciones basadas en la educación. “La participación ciudadana es determinante, pero con herramientas. Partiendo de que el agua es un elemento fundamental lo que creemos es que una población capacitada es una población con información para luchar y reclamar por su derecho”, comentó Lapetini.
La fundación Aguas realiza análisis de laboratorio del recurso en las comunidades, hacen relevamientos y en función de los resultados proponen soluciones. “Pero la mayor solución es la educación porque en muchos casos a través de buenas prácticas”, enfatizó el director. Desde enseñar a construir una cisterna, hasta el lavado de tanques y reservorios, todo suma. “La acción colectiva logra tener una doble vida porque se hace una cadena donde se transfiere lo aprendido”, agregó.
En estos procesos, las escuelas adquieren un rol fundamental: “intervenimos a través de escuelas y buscamos que los padres se acerquen. Lo que hacemos es involucrar a la comunidad en la construcción que se va a llevar a cabo en la escuela. Y los empoderamos a partir de la capacitación, donde aprenden a construir reservorios de aguas que después pueden replicar en sus casas”, aseveró Lapetini. Actualmente están en Chaco, Salta, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Buenos Aires y Rio Negro con varios proyectos activos.
En esta línea, desde la Fundación alertaron sobre la contaminación. “Hay muchos contaminantes que hacen que las aguas de ríos, pozos o napas no sean consumibles. El grado de contaminación de ríos y arroyos es altísimo, muchas veces contienen arsénico o metales pesados y la situación se vuelve crítica, por eso analizamos el agua antes de empezar”, alertó Lapetini.
Faltan estadísticas y datos
Oscar Pintos es director de la Asociación Federal de Entes Reguladores de Agua y Saneamiento (AFERAS) y remarcó la importancia de tener estadísticas actualizadas en la temática. El agua y las cloacas son potestad de las provincias y no existe al día de hoy un sistema de información unificado que permita saber cuántas personas cuentan con los servicios. “Hoy hay 24 jurisdicciones que cada una tiene su realidad pero ninguna de ella consolida su información territorial en un sistema nacional. Una de las falencias que tenemos es carecer de un sistema nacional de agua y saneamiento como tienen otros países como Brasil”, expresó Pintos.
"Al Estado le falta información", asegura Oscar Pintos de AFERAS
El censo viene a suplir esta falencia, en partes. “El censo es una herramienta muy poderosa para saber donde estamos situados en lo que hace a la información de agua y saneamiento. Es la única información que vamos a tener. No se pueden tomar buenas decisiones si no se tiene buena información”, resaltó Pintos quien además indicó que aún faltan datos que no son contemplados en el censo como la presión, la calidad, la fuente, entre otros.
En la misma línea, desde la subsecretaría de Obras Hidráulicas confirmaron la situación. “Al Estado le falta información para eso avanzamos en una plataforma que es el Binas 2.0 para que los prestadores de servicios de agua nos informen sobre cuáles son las instalaciones, qué características tienen, a cuánta población abastece. Son datos bastante inciertos. Hay que establecer acuerdos mínimos porque nuestro país federal tiene la complejidad de que los recursos son de las provincias. Por eso se establecieron comités de cuencas para articular esta situación. La solidaridad es esencial en la problemática del agua”.
La ONU alertó que para el 2025 habrá una crisis hídrica que dejará a millones de personas sin este recurso esencial, por esta razón es necesario cuidar el agua y generar conciencia, mientras se planifican soluciones a largo plazo.