En el marco de la Semana de la Evaluación en América Latina; un evento global del que participan el sector público, la sociedad civil y la comunidad académica; se llevó adelante una mesa redonda evaluando, a 20 años de su creación, el sistema de control de la Ciudad. 

Organizada por la Red Internacional de Evaluación de Políticas Públicas (RIEPP) estuvieron invitados como expositores: Alejandro Roberto Ameijenda, Presidente del Ente Único Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Natalia Jauri, Directora de Educación de la Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y  Norberto Darcy, Subsecretario de Protección y Promoción de Derechos de la Defensoría del Pueblo CABA.

El primero en tomar la palabra fue Ameijenda, quien explicó que, “el Ente Regulador fue creado por el artículo 138 de la Constitución de la Ciudad, con personería jurídica autárquica, legitimación procesal e independencia funcional”. Es el organismo que controla, sigue y resguarda la calidad de 13 servicios públicos que brinda el gobierno local.

Para el presidente del Ente "es un privilegio comandar estas instituciones por toda la evolución que han tenido" aunque aclaró que "los primeros años de estos organismos de control no fueron fáciles por muchas cuestiones internas y externas”.

“En estos 20 años del Ente sentimos que hay más transparencia, que los controles funcionan, que todo está dentro del sistema y eso eleva el nivel de calidad no sólo para quien pide información desde afuera sino que también para el trabajador de lo público”, concluyó.

Por su parte, Norberto Darcy, contó que “en el diseño progresista que tuvo la Constitución de la Ciudad se puso dentro de los organismos de control a la Defensoría del Pueblo ¿Era una institución nueva? No, porque había un antecedente en el Controlador General Comunal, el primer engendro de lo que eran los ombudsman en el mundo”.

“Lo que sí ocurrió es que la constituyente le dio un modelo más robustecido en comparación a las del resto del país”, señaló, haciendo referencia a que este es un órgano unipersonal con adjuntos, con autonomía funcional y autarquía financiera, cuya misión principal es la promoción y defensa de los derechos humanos frente a los actos de la administración pública. “Es más que un órgano de control, defiende derechos y genera garantías”, cerró Darcy.

Natalia Jauri contó que en la AGCBA "un aspecto a profundizar es el trabajo sobre la corrupción estructural".

Por último, Natalia Jauri, comenzó su exposición explicando que “una fortaleza importante de la AGCBA en estos 20 años son los equipos de trabajo que conformados y su interdisciplinariedad que le da un carácter no solamente de fiscalización sino que también evaluativo”.

“Cuando se creó el sistema de control de la Ciudad había una preocupación por la eficiencia del Estado y por la lucha contra la corrupción, es así que parte de las misiones de nuestra casa son estas dos cosas”, contó Jauri.

“Un aspecto a profundizar es trabajar más sobre la corrupción estructural. La clásica daña a la sociedad pero este otro concepto son políticas públicas que tienden a beneficiar a sectores sociales concentrados en perjuicio de las grandes mayorías”, argumentó y agregó: “nosotros evaluamos estos aspectos pero debemos incorporar otras matrices, otras herramientas como la equidad, la sustentabilidad ambiental, la perspectiva de género que nos permitan ver cuáles son las omisiones del Estado que perjudican mayorías y cuáles son los efectos sociales”.