La Conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad, también conocida como la COP15, reúne cada dos años a mandatarios de 196 naciones. En la última cumbre, que se realizó en diciembre en Canadá, uno de los principales acuerdos fue el compromiso de mantener protegido, para 2030, el 30% de las áreas terrestres y marítimas. Hasta ahora esas cifras eran del 17% y del 8% respectivamente.

A causa de la pandemia por Covid-19, la cumbre fue postergada por un año y recién tuvo lugar del 7 al 19 de diciembre de 2022. El acuerdo marco Kunming-Montreal, que fue firmado por todas las partes, cuenta con 23 metas que deben cumplirse con miras al 2030. 

“No diría que es suficiente pero es lo que se puede implementar”.

Para Irene Wais, bióloga especializada en Ecología con un posgrado Internacional OEA en Evaluación de Impactos Ambientales, el 30 por 30 -como se considera la meta sobre el compromiso de proteger el 30% del territorio continental y marítimo- es muy relevante. Hasta que comenzó la conferencia no se sabía si lo incluirían o no. No diría que es suficiente, por el estado de deterioro ecosistémico que tiene el planeta, pero es lo que se puede implementar. Va a ser viable y es un buen comienzo de recuperación de los ambientes afectados. Se consiguió eso y otros puntos que estaban en debate. Fue un acuerdo histórico para orientar las acciones mundiales en favor de la naturaleza de aquí a 2030”, indicó en comunicación con ElAuditor.info.

Cabe destacar que la acidificación del océano es un proceso prolongado de reducción del pH, que ocurre principalmente debido al intercambio de dióxido de carbono con la atmósfera. Es importante que ese pH no se modifique ya que afecta la supervivencia de la vida marítima. En el acuerdo firmado en Montreal, se relaciona la acidificación con la pérdida de biodiversidad. Por eso se optó por aumentar la resiliencia de los océanos, incluida la mitigación del cambio climático y la adaptación para la reducción del riesgo de catástrofes.

A pesar de estar organizada en Canadá, China fue quien presidió la conferencia que estaba programada en ese país antes de la pandemia por Covid-19 en 2020.
A pesar de estar organizada en Canadá, China fue quien presidió la conferencia que estaba programada en ese país antes de la pandemia por Covid-19 en 2020.

Inclusión de pueblos indígenas

El nuevo marco global para la biodiversidad incluye, además, menciones a los pueblos indígenas. Entre las referencias se especifican las garantías para una participación equitativa y justa de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la toma de decisiones y el correspondiente acceso a la justicia e información, respetando sus culturas y sus derechos sobre las tierras, territorios, recursos y conocimientos tradicionales.

También, el marco reconoce y considera los sistemas de valores y conceptos, incluyendo los derechos de la naturaleza y de la Madre Tierra como parte integral de su implementación exitosa. “La larga historia de uso sostenible por parte de estas comunidades y sus prácticas ha jugado un rol clave para la conservación. La tenencia de la tierra y derechos de acceso a los recursos promueven la conservación y son fundamentales para favorecer el uso sostenible y la equidad”, identificó Gabriela Lichtenstein, investigadora del CONICET que, a su vez, trabaja en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) y participó de la COP 15 como vicepresidenta Regional para Sur y Mesoamérica de la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en comunicación con ElAuditor.info.

“La larga historia de uso sostenible por parte de las comunidades indígenas ha jugado un rol clave para la conservación".

Sobre la investigación realizada por la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), un organismo intergubernamental independiente que analiza la diversidad biológica y estado de los ecosistemas, Lichtenstein indicó que tuvo "mucha incidencia en la COP 15 y se vio reflejado en el Marco Global resultante”.

Además describió que "la experiencia de participar en la elaboración de un informe de IPBES fue sumamente enriquecedora. El proceso llevó cuatro años. Éramos 85 autores de 50 países, y con distinta formación con lo cual había un interesante dialogo interdisciplinario”.

El informe pone en relieve el rol crítico que tiene el uso sostenible para las personas y la naturaleza mientras muestra como billones de personas de todas las regiones del mundo, dependen del uso de especies silvestres para alimento, medicina, energía entre otros fines.

Perspectiva de Género

El marco Kunming-Montreal incluye varias menciones al papel de las mujeres en la protección de la biodiversidad y especifica que sólo será exitoso dependiendo de cómo se aplique una real garantía de igualdad de género. A su vez, solicita una representación y justa participación de las mujeres en las decisiones que se tomen a partir del acuerdo firmado.

“Es histórico que haya una meta dedicada a igualdad y que se haya adoptado el Plan de Género”.

“Es histórico que haya una meta dedicada a igualdad y que se haya adoptado el Plan de Género”, recalcó en este sentido Lichtenstein. Para la investigadora, deben ser reconocidos y garantizados los derechos de las mujeres en el acceso a la tierra, a los recursos naturales con participación plena, equitativa y significativa de todos los niveles de acción, compromisos, política y toma de decisiones relacionadas con la biodiversidad.

Financiamientos

El acuerdo solicita recaudar U$S200.000 millones anuales, procedentes de fuentes públicas y privadas, para la ejecución de planes y estrategias destinadas al medio ambiente.  La ayuda económica desempeñó un papel clave en la COP15, ya que se realizaron negociaciones centradas en cuánto dinero enviarían los países desarrollados a los países en vías de desarrollo para contrarrestar la pérdida de biodiversidad. 

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En este sentido, Wais destacó que es difícil monetizar el daño ambiental porque los grandes ecosistemas como selvas o bosques se deterioran rápidamente con la deforestación y no se recuperan en un corto o mediano plazo. Las interacciones múltiples de miles de especies se logran con centenares de miles de años de evolución paralela. Sin dinero, ni los países subdesarrollados ni los que están en vías de desarrollo pueden comenzar alguna restauración ambiental”, destacó la especialista.

Por su parte Lichtenstein expresó que ahora el gran desafío es la implementación del Marco Global, punto que le corresponde al Estado, con un rol clave de la sociedad civil para contribuir al alcance de metas y monitoreo. El compromiso anterior al Marco de Montreal fueron las Metas de Aichi, que no se cumplieron en su gran mayoría.