La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) relevó el funcionamiento del ex Ministerio de Cultura de la Nación y encontró irregularidades en el otorgamiento de subsidios, así como en el inventario de museos, por lo que no hay un conocimiento preciso de qué y cuántas obras son propiedad del Estado. El trabajo del organismo fue en respuesta al pedido del Ejecutivo nacional, mediante decreto, de conocer el estado de situación de los ministerios nacionales y áreas descentralizadas. 

Según el informe presentado por SIGEN, y que El Auditor.info obtuvo mediante un pedido de acceso a la información, las transferencias que el Ministerio realizó con motivo de “apoyo y/o ayuda” a la cultura no están registradas en ningún “sistema informático único e integral” que permita identificar a los beneficiarios y el por qué de los subsidios. 

Por otra parte, en la presentación se manifiesta que también hubo irregularidades y demoras en la rendición de cuentas de beneficiarios sobre los fondos que les fueron otorgados. En este sentido, el informe hace hincapié en la “falta de comunicaciones internas” entre las áreas que son responsables de gestionar el subsidio y las abocadas a controlar el uso que hacen los beneficiarios. Una de las observaciones que aparecen en el documento es que hubo casos en los que no se cumplió la norma que establece que los subsidios solo pueden ser entregados a beneficiarios que puedan solventar por sus propios medios al menos el 25% con recursos propios. 

Tras el relevamiento también se detectaron dificultades para regularizar las concesiones de los espacios gastronómicos como el que forma parte del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón (INIHEP) y del Museo Nacional de Arte Decorativo.

¿Patrimonio protegido?

Con respecto al resguardo del patrimonio cultural, el informe presentado por SIGEN menciona que aún se mantienen sin resolver aspectos en diversos museos, instituciones y complejos nacionales históricos, tales como bienes que no se encuentran inventariados o que fueron registrados y no se sabe dónde están.

El documento señala que, de acuerdo con el Sistema CONAR (Colecciones Nacionales Argentinas), se detectó “la falta de medallas, coronas, anillos, bastones, espadines, relojes, cadenas y cartas”, siendo muchos de ellos bienes producidos en materiales tales como oro, diamante, plata, bronce, marfil, rubí.

También se alertaron sobre problemas en la estructura de edificios que pertenecían al entonces Ministerio. No faltaron las fallas administrativas como la falta de diseño y aprobación de manuales de procedimientos para todas las áreas de la organización e irregularidades detectadas en los legajos del personal. Tampoco se encontró un Plan Estratégico Institucional que facilite un ordenamiento y seguimiento plurianual de los objetivos organizacionales.

El informe hace hincapié en que no hubo controles y cumplimiento normativo en materia de compras y contrataciones. El 71% de las acciones fueron hechas por licitación pública, el 3% por licitación privada y el 26% por legítimos abonos. Con respecto al personal, la cantidad de agentes al 7 de diciembre de 2023 era de 3.633. En tanto el Ministerio, convertido en Secretaría por decisión del Ejecutivo en 2024, poseía a esa fecha 54 inmuebles y 35 vehículos propios.

La situación en el INCAA

Uno de los organismos que formaron parte del relevamiento hecho por SIGEN, y que dependían del Ministerio de Cultura, fue el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. De acuerdo al informe presentado por la Sindicatura, a diciembre de 2023, trabajaban 1096 personas que representaban un gasto en salarios del 38% del total de presupuesto. 

El otorgamiento de subsidios para el financiamiento de proyectos fue uno de los puntos analizados y, en este sentido, entre las debilidades encontradas se destacó la “falta de un procedimiento de selección público y abierto de los jurados y tutores de cada proyecto”. Tampoco encontraron un sistema digital que permita controlar las liquidaciones de subsidios que hasta el momento -según el relevamiento- se cargaron manualmente en una planilla informal de Excel.

Por otra parte mencionaron que hubo “incumplimientos normativos” en el circuito de compras y contrataciones y no se encontró información actualizada sobre bienes patrimoniales 

Ya en 2016 la Auditoría General de la Nación advirtió sobre las irregularidades en el manejo de créditos en el INCAA y “la falta de un sistema integral que facilite el seguimiento, control y recaudación de los recursos” destinados a otorgar créditos como subsidios. Otro de las debilidades que se indicaron en el informe de SIGEN fueron “deficiencias en la organización del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata”, también advertido desde hace años por la Sindicatura como en el informe sobre la ejecución de su presupuesto en 2007 que fue reflejado en esa oportunidad por El Auditor.info.

La Biblioteca Nacional y el Fondo Nacional de las Artes

Otros organismos que fueron relevados e integrados en el informe presentado al Ejecutivo fueron la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto Nacional del Teatro y el Teatro Nacional Cervantes.

Advirtieron sobre que hay material mal registrado e irregularidades en la adquisición de bienes en la Biblioteca Nacional.
Advirtieron sobre que hay material mal registrado e irregularidades en la adquisición de bienes en la Biblioteca Nacional.

Sobre la Biblioteca Mariano Moreno, indicaron que hay material de la colección hemeroteca que “no está debidamente registrado”, no está planificada la catalogación del material en el Sistema de Gestión Bibliotecológica (SIGB), incumplimientos en la adquisición de bienes, obras y servicios financiados por el FONPLATA, subejecución presupuestaria y desvíos en las contrataciones. 

La Auditoría General de la Nación también acaba de aprobar un informe de los estados financieros del proyecto digitalización de acervo de la Biblioteca. El año pasado ya había advertido sobre el bajo desarrollo del plan que contaba con una financiación de U$S 7 millones por parte del Banco Mundial.

Con respecto al Fondo Nacional de las Artes, además de debilidades en el control interno, se observaron irregularidades en cuanto al cobro de créditos, no contándose con criterios homogéneos para el recupero de los mismos. Tampoco hubo monitoreos sobre la ejecución y el seguimiento de convenios suscriptos con asociaciones autorales (ARGENTORES, SADAIC, AADI-CAPIF, SAVA y DNDA) para percibir recaudaciones que son una fuente importante de recursos propios.

En cuanto al Instituto Nacional del Teatro, se destacó que no cuenta con un sistema de digitalización que registre objetivos, acciones que se llevan a cabo y logros. Tampoco encontraron que hayan sido eficaces las rendiciones de cuentas de subsidios, como por ejemplo, los fondos otorgados en la gestión de festivales y eventos del teatro, impidiendo garantizar una adecuada gestión de los fondos destinados para el desarrollo de los eventos.

Finalmente sobre el Teatro Nacional Cervantes, se hallaron inconsistencias en las contrataciones de personal, la existencia de bienes obsoletos y en desuso que no cuentan con un destino específico, como así también de bienes con valor histórico sin registrar y con dudas sobre su estado de conservación.