Ubicado en el barrio porteño de Palermo, el Ecoparque es uno de los pulmones verdes de la Ciudad de Buenos Aires. Tras el cierre del zoológico en 2016, se iniciaron los trabajos para transformar el lugar en un predio destinado al esparcimiento y a la concientización sobre el cuidado del medioambiente. 

En diciembre de 2018 se inauguró la primera parte donde se conservan especies autóctonas en peligro de extinción y se investiga la flora y fauna argentina. A principios de 2023 se abrieron sectores para otros programas de conservación de especies, entre ellos un ambiente para cóndores y lobo gargantilla, otro para aves autóctonas en peligro de extinción, un edificio patrimonial y un espacio multifuncional de 4.000 metros cuadrados para mamíferos rescatados o en conservación, quedando así el 85 por ciento de la superficie del viejo zoológico recuperada.

La Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires realizó un informe sobre el funcionamiento y los trabajos realizados en el Ecoparque durante 2020. Analizó si se cumplió con lo dispuesto por ley en cuanto a la transformación del zoológico en un centro que contribuya a cuidar la biodiversidad, promover la educación ambiental, fomentar la innovación para el desarrollo sustentable y concientizar a la población por medio de una experiencia interactiva con la naturaleza. 

Cómo se realizó la licitación pública

Uno de los puntos analizados por la AGCBA fue la licitación pública que contempló la contratación de servicios básicos para el mantenimiento del predio. El proceso fue realizado bajo competencia de la Unidad de Proyectos Especiales Ecoparque Interactivo de la CABA (UPEEI). 

La licitación se dividió en cinco grupos: adquisición de insumos, alquiler de equipamiento y maquinaria; mano de obra, adquisición de herramientas y mantenimiento ambiental y los oferentes debían cotizar como mínimo la totalidad de un rubro. Según se indica en el informe, “de las 24 ofertas presentadas, ocho no cumplieron con los requisitos de admisión establecidos". 

Del Instagram de ecoparqueba

La Auditoría porteña detectó que, a lo largo del procedimiento licitatorio, hubo falta de especificaciones sobre temáticas ambientales en los pliegos y no se presentó documentación adecuada con argumentos técnicos.

Documentación incompleta 

La falta de documentos que den cuenta de cómo se planificó la contratación fue otro de los aspectos que resaltaron desde el organismo de control. La UPPEI no remitió un detalle sobre el estado de situación, en qué consistió el relevamiento, las necesidades detectadas, áreas involucradas, entre otros. Tampoco se encontró una descripción de las tareas a realizar por el contratista en los pliegos de la licitación. 

Además el organismo señaló inconsistencias entre el pliego de especificaciones técnicas y la circular con respecto a la provisión de herramientas para la prestación de servicios contemplados. Pese a su obligatoriedad, no se previó un plan de gestión ambiental general para obras, intervenciones y servicios. 

La AGCBA indicó también que no encontraron fundamentos en el dictamen emitido por la Comisión Evaluadora de Ofertas (CEO) con relación a la preadjudicación del mantenimiento ambiental. Las propuestas superaron el 170,27% y el 155,81% del Presupuesto Oficial. También detectaron fallas en la justificación esgrimida para la preadjudicación parcial de adquisición de herramientas. “Se observa discrecionalidad en cuanto a la decisión de la Comisión de preadjudicar a un oferente en lugar de otro. Es decir, la CEO decidió unilateralmente”, indica el informe.

Conclusiones

Frente a la heterogeneidad de las temáticas licitadas, desde la AGCBA destacaron que pudieron concretar y ejecutar la licitación de estudio. “En la medida que las observaciones señaladas sean revertidas con más especificaciones, procedimientos de análisis previos, y/o revisión de aquellos que requieren modificaciones, se favorecerá la reducción de los riesgos permitiendo una mejor gestión de las contrataciones”, indica el documento.

Además, si bien se evidenciaron falencias relacionadas con la instrumentación de la contratación, “en términos generales y en un estudio global de la misma dada su naturaleza, se guarda una razonabilidad frente al contexto analizado”, sentenciaron.