En estos días en los que nos vemos obligados a quedarnos en casa y en que los niños, niñas y adolescentes estarán más conectados que nunca debemos reforzar las medidas para protegerlos ante los posibles riesgos que pueden surgir en los espacios digitales en los que exploran, crean, se comunican y aprenden.

Es necesario en estos contextos generar la oportunidad de prevenir delitos como el grooming, que es el acoso sexual de una persona adulta a un niño, niña o adolescente por medio de Internet.

Los perpetradores de este delito suelen crear un perfil falso en una red social, sala de chat, foro, videojuego u otro, en donde se hacen pasar por un chico o una chica y entablan una relación de amistad y confianza con el niño o niña que quieren acosar.

A partir del 2018, año que se estableció el 13 de noviembre de cada año como Día Nacional de la lucha contra el Grooming, el Estado debe convertirse en impulsor y responsable de campañas de difusión para concientizar sobre esta problemática y brindar herramientas a la sociedad para sensibilizar sobre este delito que aunque virtual tiene implicancias reales en la vida de niños, niñas, adolescentes y sus familias.

Precisamente, en momentos como los que estamos atravesando de alta conectividad debido al aislamiento para prevenir el Coronavirus debemos estar más atentos y atentas que nunca para asegurar un entorno más seguro en Internet y proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Hoy el contacto con las redes y la tecnología pareciera ser natural e inevitable, pero los más jóvenes no dejan de ser sujetos vulnerables y es nuestra responsabilidad como adultos protegerlos.

Es importante entender que en el mundo digital existen riesgos devenidos de su uso pero no sirve su prohibición. Al contrario, los adultos debemos incorporar cuestiones de la cultura digital para poder acompañar en el proceso de crecimientos de los más chicos.

Para el caso puntual de grooming es fundamental brindarles herramientas para que comprendan los riesgos que existen al compartir información personal en un espacio público como las redes sociales o Internet y que conozcan las formas de prevenirlos.

En este sentido, como he afirmado en otras oportunidades, es importante acompañarlos, generar espacios de diálogo y confianza. Tenemos que estar alertas y prestar atención a los cambios de conducta o de humor, a los silencios.

Los especialistas recomiendan que en caso de detectar una situación de acoso, debemos reunir toda la información posible, asesorarnos y radicar la denuncia penal.

Internet es una herramienta casi irremplazable de estos tiempos, y en estos días en particular se han convertido en nuestro medio de comunicación y pedagógico principal, por eso más que nunca debemos reconocer el valor y los riesgos de Internet, sin estigmatizar.

Aprovechemos estas semanas de “suspensión de clases” y de “trabajo desde casa” para
acompañarlos y acompañarlas no solo en las tareas del colegio sino para conversar, para
reforzar diálogos y confianza e inculcar una mirada crítica y reflexiva sobre sus actitudes en la web.

Pensemos juntos el mundo online como un espacio de oportunidades y beneficios, pero también donde existen riesgos. Los peligros que suceden en la calle, en el exterior o “mundo real” se trasladan a la web, y es indispensable que los cuidados que tenemos en ámbitos físicos los usemos online.