Agustina Legasa es una joven economista ambientalista y analiza el futuro del agua y el rol de la juventud en esta transformación que necesitamos transitar como sociedad.

¿Cómo ves la gestión del agua en la Ciudad de Buenos Aires y su acceso? 

Es uno de los distritos del país más privilegiados en cuanto a cobertura y accesibilidad. Asimismo, aún cuenta con muchas zonas, principalmente asentamientos vulnerables, donde el agua todavía no llega ni está garantizada para toda la población. 

¿De qué manera puede alterar el cambio climático la gestión de este recurso? 

Uno de los escenarios que se proyectan con el avance de la crisis climática es el aumento del nivel del mar, donde muchas ciudades del mundo, incluida la nuestra, quedarían sumergidas y obligaría a la población a trasladarse a otras zonas. En este sentido, el privilegio actual de acceso al agua se vería rápidamente eliminado, por ejemplo. 

¿Qué se puede hacer para prepararnos o para cambiar el rumbo? 

Cambiar nosotros en nuestros hogares, eliminar lo hábitos contaminantes, que las empresas modifiquen la forma en la que producen y venden, actualizar las políticas públicas e introducir el factor ambiental como un punto transversal que atraviese cada decisión que se tome. En definitiva, transformar la forma de pensar. Algo difícil, sí, pero no imposible. 

¿Por qué la militancia joven es clave a la hora de pensar el futuro?

Porque son el futuro y entendieron perfectamente que si quieren fantasear con qué ser de grandes, las cosas tienen que empezar a cambiar de rumbo hoy mismo. Saben que son los que peor la van a pasar y los que se van a tener que hacer cargo de lo mal que estén las cosas. Entonces, el objetivo hoy es que no lleguemos a ese punto y que podamos tener un futuro donde no estemos constantemente luchando contra incendios, inundaciones, pandemias y extinciones de especies o ecosistemas. 

¿Qué es el activismo imperfecto?

Es una forma de explicar que cada acción que tomamos cuenta. Que es mejor hacer algo a no hacer nada. Y que no hay que abandonar por no poder hacerlo todo. Buscamos que las personas vayan incorporando de a poco, pero de forma constante, cada vez más actitudes y acciones conscientes y responsables con el ambiente, para ser un poquito menos imperfectos que antes e ir contagiando a las demás personas a incorporar nuevos hábitos sostenibles. La idea no es abrumar a nadie, sino que cada uno entienda sus ritmos y pueda elegir por dónde empezar, ya que hay miles de acciones que podemos incorporar para hacer de este mundo un lugar mejor.

¿Por qué es importante la economía circular?

La economía circular busca romper la lógica lineal de recurso-producto-residuo y pasar a una lógica circular de recurso-producto-recurso. Acá es clave volver a pensar y diseñar todo. Es un cambio de paradigma. Dejar de hacer tanto foco en los productos y reemplazar todo lo posible por servicios, por ejemplo. Que cada producto pueda servir como componente o insumo de otro cuando termine su primera vida útil. Aprovechar cada recurso al máximo, que no exista el desperdicio. Copiar las estrategias y los ciclos de la naturaleza para poder seguir creciendo como sociedad, sin condicionar ni destruir los espacios y recursos que necesitamos para subsistir.

En sus redes sociales Agustina Legasa sube a diario contenido, información y consejos útiles para comenzar a cuidar el medio ambiente.