Publicado en el suplemento

Acciones para la Participación Ciudadana, de Diario Perfil

La temporada de verano en el país supone, año tras año, el arribo de miles de turistas a distintas ciudades en busca de descanso y recreación. Las playas, uno de los escenarios más habitados durante los meses de calor, fueron -y continúan siendo- una complejidad a la hora de considerar los cuidados que deben garantizarse en el contexto sanitario actual. Lo mismo ocurre, aunque con menor dificultad, en las zonas montañosas del país.

Las inquietudes que generó la pandemia tuvieron que ver con el desarrollo de la temporada de verano no solo en el Partido de la Costa, sino también en las diferentes provincias a lo largo y ancho del mapa. Sin embargo, las autoridades gubernamentales dieron luz verde e, incluso, crearon un programa de beneficios llamado PreViaje para reactivar la economía del sector y promover el turismo interno. Quienes reservaron sus vuelos, alojamientos o servicios turísticos en destinos nacionales durante 2020 para utilizar en 2021, recibirán un 50% del dinero gastado en crédito para ser reutilizado en el sector.

¿Qué sucede entonces durante el primer verano que tiene a una pandemia como figura central? Las cifras del Ministerio de Turismo de la Nación estiman que solo en enero se movilizaron 8.000.000 de personas alrededor del país. Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar, Miramar, Monte Hermoso, Salta, Villa Carlos Paz, Bariloche y San Martín de los Andes fueron los principales puntos elegidos.

El balance, tras un año de serias dificultades económicas en diversos ámbitos, es ligeramente favorable para el turismo interno y las expectativas son grandes para lo que resta de la temporada durante este mes, que incluye un momento clave como el carnaval.

Cabe destacar que dar el visto bueno al desarrollo de la temporada implicó contemplar varias herramientas para el control y la seguridad de quienes eligieron emprender un viaje en tiempos de incertidumbre.

Además del plan DetectAR -principal estrategia para abordar los casos de coronavirus en determinados territorios- y la activación del programa Municipios Responsables -cuyo objetivo es cubrir gastos de equipamiento, infraestructura y capacitación de personal para cumplir con los protocolos que requiere la pandemia-, la Secretaría de Innovación Pública, junto al Ministerio de Turismo y Deportes, avanzó en la creación de la Web Verano. Este sitio online pone a disposición de cada usuario la información pertinente y la documentación obligatoria en caso de realizar un viaje dentro del país. Planificar vacaciones ya no se trata únicamente de armar la valija y recordar llevar el protector solar. Nueva normalidad, nuevas recomendaciones.

La mayoría de las provincias, entre las que se encuentran Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires, Río Negro y Chubut, así como múltiples distritos exigen el Certificado de Verano para poder ingresar. Es un documento que se gestiona de manera digital y gratuita en la Web Verano y actúa como una declaración jurada. Otras jurisdicciones incluyen entre sus requisitos un seguro de viaje o cobertura sanitaria y en algunos pocos destinos, como Santiago del Estero o Misiones, requieren un certificado de COVID19 negativo.

“Nosotros hacemos un seguimiento epidemiológico a todos los turistas que ingresan. Tenemos la aplicación CUIDAR, de Nación, y ahí recibimos toda la información. Además, tenemos la del COE VIAL, que nos permite tener un registro de todos los turistas que ingresan vía terrestre y aérea. A quienes entran a la provincia les tomamos la temperatura y en caso de que alguno tenga síntomas, le hacemos un test PCR, que corre por cuenta nuestra”, precisó Federico Posadas, ministro de Turismo de Jujuy.

A pesar de la importante circulación de turistas que hubo durante el primer mes de 2021, un informe realizado por la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT) y difundido por la Cámara Argentina de Turismo (CAT), reveló que en diciembre de 2020, la ocupación a nivel nacional apenas superó el 20%, mientras que en enero alcanzó el 32%. Estos números reflejan una importante caída si se compara con el mismo período del año anterior. En diciembre de 2019 y enero de 2020, la tasa de ocupación hotelera en Buenos Aires era del 76%, mientras que en 2021, el porcentaje descendió a 44%. En la Patagonia, la caída fue más abrupta: pasó del 74% al 28%.

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