Adjudican toneladas de cuota Hilton a frigoríficos que tenían deudas impositivas
Lo hizo la ONCCA entre 2005 y 2006, a pesar de que las obligaciones fiscales y previsionales son requisitos para acceder al beneficio. La AGN tomó una muestra de exportadores y detectó que el área de inspección de la Oficina no había controlado a ninguna de las firmas seleccionadas. Además, no hay explicaciones suficientes sobre los cupos asignados en forma excepcional y las operaciones cerradas con un año de anticipación.
Pese a que uno de los requisitos para acceder a la cuota Hilton es que los frigoríficos cumplan con sus obligaciones fiscales y previsionales, la Auditoría General de la Nación (AGN) detectó que en el período 2005-2006 la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) adjudicó toneladas a empresas que tenían deudas impositivas con la AFIP.
De los controles cruzados que realizó el organismo de control con el ente recaudador, surgió que la ONCCA benefició, entre otras, a la firma El Zaimán S.A., FV y Asociados, Exp. Agroindustriales Arg. y Compañía Procesadora de Carnes. Y, aunque desde la Oficina argumentaron que se consultó si los deudores habían puesto al día su situación después de las adjudicaciones, la AGN afirmó que “para los casos verificados, no se han extendido constancias de dichas regularizaciones”.
La cuota Hilton es un cargamento de 28 mil toneladas de carne vacuna de alta calidad, enfriada y sin hueso, que se exporta a la Unión Europea con un arancel preferencial. Se distribuye entre frigoríficos –o empresas del sector- que deben ser autorizados por la ONCCA luego de cumplir una serie de requisitos, y que no están alcanzados por los derechos de importación que rigen en el viejo continente. El valor de la tonelada, al cierre del informe de la AGN, era de U$S 10 mil, o sea que la Oficina se encarga de administrar el reparto de unos U$S 280 millones.
La Auditoría, que aprobó su informe este año, tomó una muestra de los frigoríficos que accedieron a la cuota Hilton entre 2005 y 2006, y descubrió que el área de inspecciones de la ONCCA no controló a ninguna de las firmas seleccionadas. De hecho, el trabajo sostiene que ese sector “carece de una planificación de actividades”, y no se puede determinar qué criterios usan para elegir a las empresas que van a auditar ni los procedimientos que deben realizar.
Por otro lado, el informe destaca que no encontró “elementos de juicio” que expliquen por qué en 2004 la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca –que entonces administraba la cuota Hilton- adjudicó a cinco frigoríficos unas 900 toneladas que debían ser entregadas en el ciclo 2004-2005 y en 2005-2006, es decir, con un año de anticipación: “(Esto) permite inferir que las cantidades se decidieron sin ponderar antecedentes, ni tampoco se tuvo en cuenta el cumplimiento de los requisitos correspondientes”, dice la AGN, y completa que “el proceder bajo esta mecánica se aparta de los criterios previstos en la normativa vigente”.
Mientras la cuota Hilton estuvo bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, la dependencia tenía la potestad de tomar medidas de excepción para proteger el desarrollo y la continuidad de la industria de un determinado sector. Justamente eso fue lo que hizo con un frigorífico de Bariloche. Se trató de la firma Jesús Arroyo S.A., al que se le adjudicó 250 toneladas Hilton. Es que como la empresa estaba entre dos zonas sanitariamente preservadas para impedir el ingreso de ganado con fiebre aftosa, la Secretaría entendió que esa regionalización ponía en peligro la actividad ganadera del lugar y afectaba a más de 200 familias. Sin embargo, la Auditoría enumeró una serie de observaciones: no se aportaron elementos que justifiquen la cantidad de 250 toneladas asignadas; no existen constancias de que se haya verificado si Arroyo S.A. cumplía las obligaciones fiscales y previsionales; la excepción incluía una autorización para que la firma produzca la cuota en establecimientos que no le pertenecían, pese a que la situación sanitaria de Bariloche le permitía abastecerse de materia prima normalmente. Así, el informe concluye que “no se brindaron explicaciones suficientes que corroboren el tratamiento de excepción seguido para la asignación de la cuota”.
Pero no todas son malas para los organismos que reparten la cuota Hilton. De hecho, la Auditoría reconoce que la ONCCA “depuró significativamente” las asignaciones del beneficio ordenadas por medidas judiciales. Es que la crisis financiera que atravesó la industria frigorífica en años anteriores provocó que varias empresas entren en procesos concursales o quiebras y, por eso, la justicia ordenó a la Secretaría de Agricultura que asigne cupos a varias firmas para que, aunque no cubran todos los requisitos, puedan cumplir con sus acreedores. El informe remarca que en el ciclo 2003-2004 las medidas cautelares representaban el 51,16% del total de la cuota Hilton, en el período siguiente se redujo al 28,1%, y en el 2005-2006 las decisiones judiciales bajaron al 6,23% del total del beneficio, “haciendo cumplir la reglamentación para que los adjudicatarios reúnan los requisitos exigidos”. No obstante, el organismo de control recomendó prestar “especial atención” a las medidas cautelares producto de actuaciones concursales arrastradas de años anteriores.
El período analizado por la AGN, 2005-2006, fue el primero en que las exportaciones preferenciales de carne a Europa estuvieron a cargo de la ONCCA. En sus conclusiones, el organismo de control señaló que la Oficina “carece de estructura orgánico-funcional, por lo cual las áreas que intervienen en la administración de la cuota Hilton no se encuentran taxativamente identificadas, ni sus responsabilidades están establecidas”, y completó que la dependencia “no tiene manuales de procedimientos que ordenen y estandaricen sus actividades”.