La Subsecretaría de Gestión Cultural porteña cubrió en 2007 unas 55 becas de formación musical sin saber cómo fueron seleccionados los chicos, ni si efectivamente asistieron a las clases. Un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) afirma que el área gastó por esos becarios un total de $ 189.750.

Los cursos, destinados a alumnos de entre cuatro y doce años, fueron dictados por la asociación civil Collegium Musicum, un grupo fundado en 1946 por músicos centroeuropeos radicados en la Argentina. La relación entre la Ciudad y la asociación nació en 1999, cuando se firmó el decreto 2107. Esa medida estableció un modelo de convenio cultural en el que Collegium Musicum se comprometía a dar clases para cien alumnos becados y profesores propuestos por el propio Gobierno porteño, además de brindar seis conciertos anuales. Como contrapartida, el Ejecutivo le transferiría $ 150 mil.

El organismo de control señala que la Subsecretaría de Gestión Cultural no tuvo una planificación anual formal de su labor y, como ejemplo, resalta “las solicitudes de incremento presupuestario que se fueron dando” durante el período analizado. Es que, con el decreto 2107 vigente desde 2000, Collegium Musicum recibió $ 1.628.740 hasta 2007, pero sólo ese año contó con dos transferencias de $ 250 mil cada una.

La selección de los becarios quedó a cargo de la Dirección Área de Educación Primaria, que confeccionó un listado de 106 chicos correspondientes al ciclo 2007. A la vez, Collegium Musicum efectuó una rendición de cuentas con propios sus datos. La AGCBA cruzó ambas informaciones y detectó varias diferencias: la asociación civil recibió transferencias por 130 alumnos y no por los 106 informados por el Área de Educación Primaria; 31 de esos 106 alumnos dados como becarios no figuran en la rendición hecha por los músicos y, si bien en el listado de Educación Primaria aparecen 15 chicos como dados de baja a lo largo del ciclo lectivo, Collegium Musicum cobró el 100% de sus becas.

Asimismo, la Auditoría agrega que la Dirección Área de Educación Primaria “no realiza un adecuado seguimiento de la asistencia de los alumnos que selecciona como becarios”, ni informa a Gestión Cultural quiénes son los chicos elegidos para aprender música. Así, la Subsecretaría que depende del Ministerio de Cultura, y que dispone de los fondos, “valida las rendiciones de Collegium Musicum sin requerir el aval del organismo que selecciona los becarios”.

Por otro lado, el informe añade un incumplimiento a la cláusula del convenio en lo referente a las clases de música para profesores designados por el Gobierno porteño, porque “no obra en la Subsecretaría listado alguno sobre docentes que hayan hecho uso” de los cursos.