Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Lituania, Noruega, Polonia y Ucrania realizaron una auditoría cooperativa para investigar si el impacto del turismo en los parques nacionales es mitigado a fin de proteger la biodiversidad y encontraron que no solo la cantidad de visitantes a los parque nacionales “es cada vez mayor” sino, además, que en la mayoría de los países es “difícil de medir el número exacto”. 

Los auditores aseguran que estas deficiencias traen como consecuencia una “amenaza para la biodiversidad”. Las estrategias de mitigación de los parques nacionales sobre los efectos del turismo “están afectadas” por los servicios de turismo que ofrecen los gobiernos para “atraer a un mayor número de visitantes”, como en Ucrania, donde el “desarrollo de la infraestructura” –como hoteles- dentro de las áreas protegidas “es una prioridad”. 

Esta situación se torna aún más difícil en aquellos parques que tienen asentamientos y pueblos cercanos a la entrada y “no están restringidos por medios de vallas u otras barreras” y el turismo es “difícil o imposible de medir”. Por ejemplo, en el Parque Nacional de Kornati, que abarca una serie de islas en Croacia, el número de visitantes se calcula sobre las entradas vendidas; sin embargo, éstas se venden por embarcación, lo que “no refleja el número de personas” que visitan el Parque. 

Por su parte, en Polonia, la cantidad de visitantes “es calculado por los empleados de los parques sobre el número de entradas, mapas y publicaciones vendidas y por los autos en los estacionamientos”. 

Los resultados de la auditoría cooperativa arrojaron que los parques nacionales son cada vez más populares entre los turistas, como en Bulgaria, donde el número de visitantes se “duplicó”. Por este motivo, los auditores aseguran que “es importante que el turismo se maneje adecuadamente y se tomen los medios para mitigar esta amenaza”. 

Medidas tomadas

Los parques nacionales de los siete países que realizaron la auditoría cooperativa establecieron “centros de información turística para obtener datos sobre los valores naturales de los parques, zonas de turismo y vacaciones, rutas en bicicleta y senderos”. Asimismo, colocaron “señales y vallas” y hay zonas marcadas donde solo se permiten turistas si están “acompañados por un guía”. 

Si bien en Polonia, como se mencionó anteriormente, los visitantes son calculados por los empleados, uno de los proyectos de ejecución para conservar y preservar a dos parques es la “instalación de sensores electrónicos para monitorear”. 

Además, en cinco de los parques más concurridos, “dos rutas turísticas” fueron cerradas. De esta manera, la cantidad de visitantes que pueden estar dentro de las reservas está “estrictamente limitada a 200 y 500” personas.