Desde 1990, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) está en la lista de “alto riesgo” de la Auditoría norteamericana (GAO). ¿Qué implica estar en esta nómina? Que se trata de una institución que, según el organismo de control estadounidense, se encuentra sometida a vulnerabilidades como fraude, desperdicios, abuso o mala administración y, por ende, son quienes tienen la mayor necesidad de transformación.  

En esta situación se encuentra la NASA. Es que viene presentando un “aumento continuo de costos y tiempos en la mayoría de sus grandes proyectos”. La GAO identificó “una serie de factores causales, como sistemas anticuados de gestión financiera y mala estimación de costos”. 

La NASA cuenta con una herramienta para monitorear todos los riesgos que puedan llegar a surgir de sus proyectos, la Gestión del Valor Ganado (EVM, sus siglas en inglés). Pero, según el organismo de control norteamericano, “no fue aplicada plena y consistentemente”. Esto trae como consecuencia que “muchas iniciativas carezcan de datos fiables para la supervisión de su rendimiento”.

Otro de las observaciones que realizaron expertos de la EVM incluye la “falta de personal con las habilidades necesarias para analizar los datos de la Gestión del Valor Ganado”. En este sentido, la Auditoría de Estados Unidos señaló que “estos factores son impedimentos para el uso efectivo de este sistema en la agencia”.

A pesar de las observaciones detectadas, la NASA tomó medidas para abordar las cuestiones señaladas por la GAO durante los años auditados. Por ejemplo, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio puso en práctica nuevas políticas, como el aumento de la estimación de costos, que incrementaron la supervisión de sus proyectos tanto a nivel interno como externo. 

Asimismo, el liderazgo de la NASA se centró en el continuo seguimiento y presentación de informes de progreso para sus grandes proyectos, como por ejemplo en 2011, dos nuevas naves espaciales -Juno y Gravedad- se terminaron dentro de los tiempos y costos previstos.

Qué queda por hacer

Para garantizar si las mejoras que hizo la NASA en los últimos años fueron o no eficaces, la agencia “debe demostrar resultados positivos en el control del crecimiento de costos y de tiempo a través de sus grandes proyectos”. Para lograrlo, la GAO supervisará los esfuerzos de la Institución para determinar si se puede sostener y ampliar los avances logrados hasta el momento.