La Auditoría General de la Nación (AGN) analizó la labor de la Dirección General de Aduana (DGA) en las divisiones de Mendoza, Bariloche y Río Gallegos y detectó que en ninguno de los pasos fronterizos existe un control integrado con Chile.

En 1999, la Ley 25.229 aprueba un tratado con Chile sobre los controles integrados de frontera que establece los principios que regulan el control migratorio, aduanero, sanitario y de transporte, lo que se conoce como Áreas de Control Integrado (ACI).

Los auditores señalaron que, a grandes rasgos, “en ninguno de los pasos fronterizos auditados se observó la puesta en marcha del Área de Control Integrado”. Aunque destacaron que el Paso de Cristo Redentor (aduana de Mendoza) es el que más ha avanzado al respecto -poniendo una prueba piloto para el control de cargas en Uspallata-, insisten en que hay grandes dificultades para la integración de sistemas informáticos y de infraestructuras. Además, el organismo de control detectó diferencias de criterio para la implementación del ACI en todas sus manifestaciones.

Mendoza

El paso aduanero de esta provincia, llamado “Cristo Redentor”, incluye por el lado chileno a Paso Libertadores y por el lado argentino a los Horcones, Punta de Vacas y Uspallata.

En esta zona, la Auditoría detectó una inadecuada distribución del espacio físico que genera demoras en la circulación de pasajeros y vehículos, malestar y colapso operativo. Además indicaron que en el control de equipaje se forma un “significativo cuello de botella”.

Conjuntamente señalaron que el registro del control de paso de vehículos por Gendarmería se realiza solo de manera manual convirtiéndose en un mecanismo sumamente vulnerable ya que, a criterio de los auditores, puede ser eludido.

De todas maneras, la AGN resalta como punto positivo la existencia de un seguimiento integrado de camiones en Punta de Vacas con alertas que se trasmiten a los teléfonos móviles de las autoridades de la aduana, permitiéndoles estar comunicados de manera constante y actuar en tiempo real.

Bariloche

El Área de Control Integrado corresponde al Puesto de Frontera Paso Cardenal Samoré. Aquí la Auditoría observó discrepancias entre las cancillerías argentina y chilena sobre la modalidad de control (la Argentina solicita un control fronterizo por país, y en el país trasandino velan por instalar una única cabecera central). Al momento del informe, “no existía puesto en donde se practique control integrado con Chile”.

Asimismo el informe, aprobado en 2011 sobre datos de 2009, advierte escases de recursos humanos para el control aduanero, falta de energía eléctrica, gas y agua potable.
 
Según el administrador de la aduana de Bariloche, “no se lleva a cabo ningún trabajo en forma conjunta y coordinada –con Chile-, ni en materia de documentación e informática ni criterios de control”. En relación al tema, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), ente del que depende la DGA, aclaró que los avances respecto de las áreas de control integrado no responden únicamente de ellos, sino que “están supeditadas a las negociaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, y de los organismos competentes en la materia de la República de Chile”.

Río Gallegos

La AGN detectó en este punto “escasez de personal”, y una “infraestructura y planificación de controles no coordinadas con el resto de organismos intervinientes en el Paso Fronterizo, como son Gendarmería y Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA)”.