La Secretaría de Energía pesificó fondos, no los usó y generó una pérdida de U$S 1,8 millones
Fue durante 2015 y el dinero formaba parte del préstamo que realizó el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) para contribuir con el Proyecto de Eficiencia Energética para pequeñas y medianas empresas que estén orientadas a tal fin. Como punto positivo se destaca que los estados contables presentan razonablemente la situación financiera del plan.
Para diciembre de 2015 el 96% de los Fondos del Plan de Eficiencia Energética para PYMES (FONAPYMES) se encontraban inactivos, es decir, sin uso, y en pesos. Para la Auditoría General de la Nación (AGN), “la pesificación de la cuenta sin realizar ninguna inversión generó una pérdida de U$S 1,8 millones respecto al total transferido oportunamente”.
El Proyecto fue costeado parcialmente por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) con U$S 7 millones, destinado en gran parte a “la capacitación del Fondo Argentino de Eficiencia Energética para el financiamiento de proyectos para PYMES que estén orientadas a tal fin”.
Uno de los puntos evaluados por el equipo auditor fueron las transferencias desde el Proyecto a la cuenta fiduciaria del Banco Nación y al respecto explica que “se efectuaron dos desembolsos uno por U$S 2 millones y otro por casi U$S 25 millones”, que pesificados a $8,16 el primero y a $8,95 el segundo totalizan $ 42 millones.
Estos son los fondos que la AGN considera que “se podrían haber puesto en depósitos a plazo fijo de manera temporaria, como habilita una de las cláusulas del Acuerdo, a fin de no generar pérdida”.
En cuanto al cumplimiento de las cláusulas del contrato firmado entre Argentina y el BIRF, el organismo de control señala que “no se cumplió la obligación de realizar estudios para identificar y evaluar las barreras para el desarrollo del mercado de eficiencia energética” y, en consecuencia, “tampoco se implementaron normas para superarlas”.
Por otro lado, el FONAPYME debe “efectuar los llamados a concurso para la presentación de proyectos de eficiencia energética, evaluar, aprobar y notificar a la Secretaría de Energía y al Banco Nación los resultados de cada concurso y los desembolsos”.
Al cierre de la auditoría, “sobre 20 proyectos en ejecución, solo seis estaban realmente en esa etapa, cinco se encontraban rechazados, seis en evaluación, uno fue desistido y dos estaban en instrumentación de garantía”.
Hay un punto a destacar en el informe aprobado en julio de este año que está relacionado con los estados contables. La AGN los aprobó “sin salvedades”, esto quiere decir que “presentan razonablemente la situación financiera del Proyecto”.