Si bien hace cuatro años que debía inaugurarse una Casa de la Cultura del Bicentenario en el pueblo catamarqueño de Santa María, actualmente la obra se encuentra en un 50% y esa demora, sumado a la falta de rendición de cuentas, podría provocarle a la comuna la pérdida de unos $ 244 mil enviados por el Estado Nacional.

La historia se remonta a abril de 2011, cuando fue presentado el proyecto de construcción del centro cultural. Cuatro meses después, el entonces intendente de Santa María, Jorge Andersch, firmó una carta de adhesión para acceder al financiamiento del emprendimiento; serían unos $ 305 mil que llegarían en tres desembolsos desde la Gerencia de Empleo y Capacitación Laboral (GECAL), una oficina dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Al poco tiempo, la municipalidad cobró la primera transferencia de $ 194.500 y, según las crónicas de entonces, en el predio donde iba a levantarse la Casa de la Cultura, comenzaron a acopiar materiales.

Pese a no haber avanzado lo suficiente, y siguiendo la idea de abrir las puertas del centro en 2012, la cartera laboral procedió a hacer el segundo envío de fondos, por $ 49.500.

El problema fue que, según las previsiones, el emprendimiento debía tener por lo menos un avance del 90% para que la comuna de Santa María recibiera la última parte de los fondos, por $ 61 mil y darle los retoques finales, pero, como ya se dijo, los trabajos estaban por la mitad.

A eso se sumó que la administración municipal no justificó ninguno de los gastos que se hicieron con los recursos recibidos, ni siquiera la compra de los materiales. En rigor, este no fue el primer caso en que el entonces intendente Andresch fue cuestionado por no dar explicaciones sobre el uso del dinero público.

En este lapso, la construcción del centro cultural se reinició varias veces; la última fue en mayo del año pasado (foto), pero según medios locales, no se evidenciaron grandes avances.

Hasta la semana pasada, todo este derrotero no parecía tener grandes consecuencias para el pueblo y apuntaba a quedar en el recuerdo de los lugareños simplemente como la historia de una obra inconclusa.

Sin embargo, en el última sesión del Concejo Deliberante local, el actual titular de la GECAL, Mariano Manzi, presentó un informe en el que advirtió que, ante la falta de justificaciones de gastos, el Estado nacional podría no sólo dejar sin efecto la última trasferencia de $ 61.000, sino también solicitar la devolución de los $ 244.000 ya entregados. El funcionario especificó: “Y en caso de no realizar la rendición o devolución de fondos al Tesoro Nacional, el área de legales del Ministerio de Trabajo procederá, de acuerdo con los procedimientos jurídicos, con la afectación de la coparticipación municipal por el monto adeudado”.

A todo esto, el actual intendente de Santa María, Juan Pablo Sánchez, dijo que no podía responsabilizarse por la obra inconclusa de la gestión de Andersch, e indicó que aguardará un informe del Tribunal de Cuentas de Catamarca para tomar una decisión sobre el asunto.

Mientras tanto, el mandatario comunal pidió a las distintas dependencias del Estado nacional (ver La obra) una prórroga de 60 días para alcanzar el avance que permita la transferencia de la última porción de los fondos. Medios locales informaron que los trabajos que se encaren en los próximos dos meses serían solventados con recursos propios.

La obra

Según el proyecto original, la Casa del Bicentenario de Santa María tendría una sala de cine y teatro con capacidad para 120 personas, además de un centro de exposiciones, oficinas y sanitarios, todo en un espacio cubierto de 426 metros cuadrados.

Además del aporte del Ministerio de Trabajo, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional del Teatro pretendían financiar la compra de elementos de sonorización e iluminación; el Instituto Nacional del Cine costearía el equipamiento de la sala principal; la Secretaría de la Presidencia se encargaría de la cartelería, mientras que la Municipalidad de Santa María, de una parte de los trabajos.

Con este panorama, el intendente Pablo Sánchez dijo: “Lo que sorprende es que el Ministerio de Trabajo de la nación haya certificado un avance del 50% de obra, mientras que los fondos remitidos fueron por el 90%. Quiero decir, habría un 40% que no sabemos dónde se encuentra”, y completó: “Además, la documentación que (la anterior administración) presentó (a la cartera laboral) era de un 89% de certificación que en realidad no existe”.