A fines del 2011, Lituania aprobó la Ley de Protección contra la Violencia Doméstica, que establecía la creación de un sistema de soporte integrado y especializado para las víctimas. De esta manera, el Ministerio de Seguridad Social y Trabajo desarrolló un programa para garantizar ayuda inmediata a aquellas personas que padecen esa situación. 

El Departamento de Auditoría Interna, que depende del Ministerio, evaluó en 2013 los resultados del plan de centros de ayuda y encontró que “la protección para las personas no siempre es eficaz”. 

Los especialistas que brindan ayuda integral –asistencia inmediata- “no llegan a cubrir a más del 10% de las víctimas”. Incluso, de ese porcentaje “casi la mitad” de los casos recibió asistencia al día siguiente y, en otros, demoraron hasta dos semanas. 

Uno de los organismos auditados fue el Departamento de Policía -dependiente del Ministerio del Interior de Lituania- que registró entre 2012 y 2014 “casi 70.000 denuncias de violencia doméstica”. 

Una vez que la policía recibe la denuncia y llega a la ubicación donde ocurrió el hecho violento, el sospechoso es detenido por 48 horas luego de iniciar una investigación. 

Según el informe de auditoría, se llevaron a cabo 28.000 investigaciones sobre violencia intrafamiliar, “pero no hay datos sistemáticos que muestren en cuántos casos se usaron las medidas definidas por la Ley contra la Violencia Doméstica”. 

Las recomendaciones 

La Auditoría le sugirió al Gobierno que “mejore los actos jurídicos” a fin de aplicar adecuadamente las medidas de protección para las víctimas que lo necesiten y así “reducir el número de los casos de violencia”.