El Proyecto de Mejoramiento de la Educación Rural (PROMER) tiene como objetivo principal optimizar la Educación en zonas no urbanizadas. No obstante, según señaló la Auditoría General de la Nación (AGN), solo se mejoró el estado del 3% de todas las escuelas del país. El informe del organismo de control, que evalúa el período que va de 2006 a 2011, señala que de 1002 anteproyectos de obra “se llevaron adelante 519, lo que significa que se atendió el 52% de la demanda”, número que representa en el total de establecimientos educativos, ese 3% mencionado.

Según el Relevamiento de Escuelas Rurales, en la Argentina “el 8.5% de la población escolar asiste a establecimientos rurales”, es decir,  cerca de 900.000 alumnos que van a entre 15.500 y 16.800 escuelas. De ellos, la mayor parte se concentra en las regiones del Noreste y el Noroeste argentino, lo que representa casi el 60% y lo que la convierte en una zona prioritaria para el proyecto.

Del 91.5% de los fondos destinados a mejorar la calidad y la cobertura de la educación rural, el 65% se destinarían especialmente a las regiones del NEA y el NOA. Pero en este punto la AGN detectó subejecución de los fondos, ya que al 31 de diciembre de 2011 se había utilizado solo el 58.59%.

Caso opuesto se registra en las regiones Pampeana, Patagonia y de Cuyo para las cuales “se había planificado una asignación del 35% del presupuesto y terminaron recibiendo el 41%”. Es importante señalar que esto contribuye a generar una situación de mayor inequidad.

En cuanto a la ejecución de obras la situación es digna del mundo del revés. En Santa Cruz, "provincia que no es prioritaria porque tiene ingresos del petróleo", se realizaron obras en 9 de las 32 escuelas rurales, es decir en el 28% de ellas. En cambio, en Santiago del Estero, que forma parte del NOA, se realizaron trabajos en 6 de las 1170 instituciones educativas, representando tan solo el 0.5%.

Los auditores también hicieron hincapié en la provincia de Corrientes “principalmente por los desvíos que allí existen”. A diciembre de 2011 eran 17 las escuelas intervenidas a través del proyecto, de las cuales 13 estaban terminadas, tres en ejecución y la restante en proceso de licitación. Tras este panorama, la AGN manifestó que “el PROMER tiene un muy bajo impacto en esta jurisdicción” ya que menos del 2% de los establecimientos escolares fueron intervenidos”. A ello se suma que solo se ejecutó el 32% del presupuesto asignado. El organismo de control señaló que “es muy relevante el porcentaje de demanda insatisfecha y, en consecuencia, el incremento de la inequidad”.

Sobre los trabajos en general, el equipo de auditoría destacó que “no se instrumentan mecanismos de control sobre las provincias en el proceso de selección y definición de las obras a financiar, lo que se traduce a no tener ningún tipo de certeza acerca de la correcta priorización de las escuelas y las obras”.

El objetivo general del PROMER está orientado a "respaldar la política del gobierno nacional para mejorar la cobertura, la eficiencia y la calidad del sistema educativo de Argentina, así como su gestión a través del fortalecimiento de la capacidad normativa, planeamiento, información, monitoreo y evaluación en los niveles nacionales y provinciales". 

Maniobrando

El convenio que firmó el Ministerio de Educación con el BIRF, por U$S 150.000, para llevar adelante el programa “preveía en primera instancia que finalizara en 2011”. Pero en abril de 2010,  ambas partes acordaron extender  por dos años y medio más ese plazo “para darle al gobierno el tiempo suficiente para finalizar todas las actividades del plan”. Pero esta prórroga significó para la AGN mucho más que eso. Es también “un indicador de falta de eficiencia”, ya que si se analizan los estados financieros se puede observar que existe “una subejecución de U$S 46 millones” que derivaron en el pago de una comisión por incumplimiento de U$S 452.900”.