Según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), la concesionaria del corredor ferroviario de cargas que une Buenos Aires con Entre Ríos, Corrientes y Misiones, no paga el canon de explotación hace 12 años y medio. Se trata de la firma América Latina Logística Mesopotámica S.A. (All Mesopotámica), que realizó el último desembolso en septiembre de 1996 y, un mes más tarde, también dejó de depositar los aportes obligatorios al Sistema de Seguridad Social (un 30% del canon). El organismo de control señaló que el total de la deuda de la empresa, hasta el 31 de diciembre de 2005, ascendió a $ 5.640.706,28.

El pliego de concesión había establecido un plazo de “seis mensualidades acumuladas” como límite de incumplimiento para la rescisión del contrato. Es decir que desde marzo de 1997 el Estado puede poner fin al convenio con All Mesopotámica.

Pero la empresa no sólo superó “holgadamente” esa cláusula, también aumentó “sistemáticamente desde 2002” el régimen tarifario determinado en el contrato. Sin embargo, la AGN apuntó que la inversión que debía realizar la concesionaria “no alcanza el 10% del monto comprometido en la oferta”.

Por otro lado, ambas partes, el Estado y All Mesopotámica, tampoco lograron confeccionar un inventario en el que figuraran los bienes cedidos al inicio de la concesión. La Auditoría agregó que, paralelamente, la firma no cumplió con su obligación de presentar anualmente un inventario actualizado, y explicó que esto “podría traer aparejado graves conflictos” cuando esos bienes sean restituidos al concedente, porque no hubo forma de medir el estado actual del material rodante en relación a cómo fueron entregados.

Sobre el mantenimiento de la infraestructura, el organismo de control aseguró que “la gestión es extremadamente deficitaria”. De hecho, el informe puntualizó que la red en operación se redujo un 55% con respecto al momento en que fue otorgada la concesión: de los 2.751 kilómetros iniciales, hoy se transita por 1.436 kilómetros. Además, hay “varios ramales intransitables y en estado de abandono”, dijo AGN.

También el material rodante mereció el mismo diagnóstico: según la Auditoría “la empresa no implementó las medidas correctivas para eliminar (las) graves deficiencias” que causaron una serie de descarrilamientos. Es que la línea operada por la empresa registra un índice de descarrilamiento superior al valor promedio de la red concesionada. Con un “equipamiento inadecuado y recursos humanos sin una capacitación conveniente, las tareas de revisión que ejecuta All Mesopotámica son superficiales y no resultan confiables”, observó el organismo de control, y concluyó que “las alarmantes condiciones de seguridad operativa son el corolario del deficitario estado de la infraestructura de vía”.

Asimismo, la empresa “no cumple con los ciclos de mantenimiento previstos en el pliego”, lo que “provoca inexorablemente la degradación del material rodante”, añadió la AGN. Al cierre del informe, aprobado en noviembre de 2008, se encontraban en funcionamiento el 55% de las locomotoras que fueron cedidas y la mayoría de los vagones “presenta condiciones no aptas para la circulación”.