Entre sus funciones, el Ministerio de Salud de la Nación tiene la misión de llevar adelante el Programa de Prevención y Control de Enfermedades Inmunoprevenibles. Se trata, en pocas palabras, del reparto de vacunas en todo el país con el objetivo de reducir las inequidades en las condiciones sanitarias de la población. 

Pues tras analizar la gestión de la cartera como ejecutora de esta iniciativa, la Auditoría General de la Nación (AGN) detectó que la cobertura de dosis está “alejada de las metas acordadas, tanto a nivel nacional como internacional”, y agregó que esta situación “representa un factor de riesgo epidémico”.

El organismo de control, que aprobó su informe este año sobre datos de 2016 y 2017, explicó que la meta del programa es “lograr anualmente una cobertura inmunológica por jurisdicción del 95%, manteniendo un stock adecuado de biológicos para cubrir la vacunación de toda la población”. 

Para esto, el Ministerio compra la cantidad vigente en el Calendario Nacional de Vacunación, siguiendo las características epidemiológicas de cada región del país.

Sin embargo, la Auditoría comprobó que por lo menos en 15 tipos de vacunas la cobertura no llegó al objetivo proyectado. 
 
Por ejemplo, en el caso de las dosis contra la hepatitis B, las coberturas en ambos años analizados fue del 81% en lugar del 95% previsto.

La destinada a la tuberculosis (la BCG), por su parte, llegó al 80,9% de la población en 2016 y al 85,5% en 2017.

Y la antivaricela tuvo una de las performances más bajas, porque cubrió al 74 y al 75,8% de los ciudadanos en ambos años. 

Por otra parte, la AGN observó una “menor distribución de algunas vacunas a nivel nacional respecto de la planificación acordada con las provincias”.

¿Qué significa? Los técnicos examinaron datos de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI), el área específica del Ministerio que entiende en la materia, y se encontró con “cumplimientos menores al 90% lo que implicó en la práctica una disminución de las remisiones a nivel nacional en cada una de las vacunas de que se trate”, dice el informe. En pocas palabras: cayó el envío a todo el país. 

Del cuadro se desprende que el despacho de vacunas contra la hepatitis A para adultos no llegó al 25% de lo previsto en los años analizados. 

Y la llamada Gammaglobulina T, que sirve para prevenir enfermedades virales como el sarampión y la rubéola en las embarazadas no superó el 0% de cobertura durante el período en cuestión. 

Eso no es todo. El informe de la AGN rescata un documento de fechado en abril de 2018 en que los jefes provinciales de inmunización manifiestan su “preocupación” respecto al cumplimiento del Calendario

A partir de este dato, el organismo de control consultó a todas las jurisdicciones si había diferencias entre el total de vacunas planificadas por el Ministerio nacional, las recibidas en las provincias y las efectivamente aplicadas. 

Siete fueron las provincias que respondieron la circular. Y, de la información recabada, se destaca que a Misiones llegaron 48.960 dosis de la meningocócica mientras que el Ministerio había informado que envió 64.800, un número incluso menor que las 114 mil planificadas por la propia cartera. 

En la misma provincia también se recibieron menos unidades de las vacunas triple bacteriana, HPB y rotavirus, “lo que implica un desvío en menos de las necesidades establecidas”, dijo la investigación.  

No obstante, la diferencia más importante se registró en el caso de la sabin bivalente. Es que el Ministerio dijo haber mandado 107 mil dosis, pese a que desde esa región del litoral confirmaron que no les llegó ninguna.

Asimismo, en Santiago del Estero informaron que recibieron 20 mil unidades menos de la meningococo cuadrivalente conjugada. “La aplicación alcanzó a 36.795, siendo el requerimiento para la cobertura de la población objeto de 52.800”, detalló la AGN.

A La Pampa, en tanto, llegaron 18 mil dosis menos del preparado contra la hepatitis B para adultos; y Santa Fe recibió casi 13 mil menos de la meningocócica en comparación a las que dice haber mandado el Ministerio. 

“La falta de remisión por parte del Ministerio de Salud de las vacunas planificadas y los niveles de cobertura observados, menores a los estándares establecidos, representan un riesgo epidémico para la población”, sentenció la Auditoría.