Los problemas en el Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano son de larga data. Así quedaron registrados en relevamientos hechos por organizaciones y en auditorías a cargo de organismos oficiales. Para conocer el funcionamiento actual de la institución, El Auditor.info visitó el centro de salud y dialogó con Mariano Veiga, psicólogo del sector de internación, y con Lucía Biraben, psiquiatra del área de consultorios externos.

Desfinanciamiento, fallas edilicias, demora en la otorgación de turnos, falta de digitalización y unificación de la información, personal insuficiente fueron algunas de las carencias registradas durante los últimos años. Un informe realizado por la AGCBA, sobre la gestión de 2011, detalla que el hospital presentaba fallas en techos y en los servicios de agua y gas. También problemas en el seguimiento de pacientes y su reinserción social una vez dadas de alta. Si bien pasaron muchos años, en varios de estos aspectos la situación del hospital no mejoró.

El deterioro que afecta a la atención

En el Hospital Moyano se atienden a más de 600 mujeres y ese número estaría muy cerca de llegar al límite de la capacidad de la institución.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió una situación de desfinanciamiento con un informe que da cuenta de una reducción presupuestaria de aproximadamente $2.000 millones, entre 2016 y 2022, equivalente a un 20 por ciento del total del presupuesto otorgado.

El Hospital Moyano tuvo una reducción presupuestaria de aproximadamente 2.000 millones de pesos entre 2016 y 2022.

Mariano Veiga, quien trabaja como psicólogo en el área de internación del Hospital Moyano desde hace más de 10 años, explicó en diálogo con El Auditor.info que, anteriormente, su servicio contaba con un equipo de 15 profesionales. Sin embargo, en la actualidad, “solo cinco especialistas están a cargo de la atención de 35 pacientes”.

Para el profesional, el recorte de personal se suma a otras limitaciones. “El presupuesto de salud mental de la Ciudad se contrajo un 10% en el último año, lo cual impacta directamente en la provisión de insumos, medicamentos y el mantenimiento de la infraestructura”.

En relación a los problemas edilicios, marcados por la Auditoría de la gestión 2011, Veiga confirmó que “hay pabellones que no tienen agua caliente, otros donde el lavadero se inunda. Además, al ser estructuras construidas hace más de 100 años, necesitan restauraciones completas”.

La reincidencia de pacientes que vuelven luego de ser externados es otro fenómeno preocupante. "Muchos reingresan porque no se les garantizan los dispositivos necesarios para su reinserción social", explicó el psicólogo, quien además agregó que "la vulnerabilidad social y la ausencia de familias de los pacientes agrava la situación".

Ante este escenario, los profesionales que sostienen el servicio tienen que hacer malabares para poder brindar una atención de calidad. "Es un trabajo vocacional, donde el trabajo en equipo y el acompañamiento entre colegas son lo que permite transitar estos días", comentó Veiga.

El especialista advirtió que la falta de presupuesto prolongada generará condiciones peores: “La crisis del sistema de salud mental pública en Buenos Aires será cada vez más difícil de sobrellevar”.

Salud mental

Línea 147 y la digitalización del historial clínico

Por su parte, la psiquiatra Lucía Birabent, jefa de la Unidad de Psiquiatría de los consultorios externos del hospital, explicó a El Auditor.info que una de las dificultades que atraviesa el sector tiene que ver con la Línea 147. Mediante esta vía se otorgan turnos sobre otras citas médicas que ya fueron asignadas. “El sistema de turnos implementado a través de este mecanismo no funciona adecuadamente y genera problemas de accesibilidad para los pacientes”.

El único sector del Hospital Moyano que tiene digitalizada la información es el área de los consultorios externos.

“Mis pacientes me mostraron las capturas de pantalla con la fecha y la hora del turno que quizás esperaban hace mucho tiempo y, lamentablemente, por estar al límite con la atención, no se los ha podido atender”, explicó Biraben, que durante una mañana laboral atiende a 11 personas.

Además, afirmó que el personal del hospital no da abasto para atender más turnos médicos: "en todo caso, deberían modificar el sistema para que no se sobrepongan y no hagan perder el tiempo a la gente que no es atendida", sostuvo.

Sobre los principales desafíos que enfrentaron en la implementación del sistema de historia clínica digital, Biraben reconoce que, si bien es un avance importante, el proceso fue complicado y hay muchas brechas que aún persisten. “La implementación parcial del sistema fue lo problemático, sólo se digitalizó la información de los consultorios externos, pero el resto del hospital sigue utilizando historias clínicas en papel”, confirmó. Esta situación genera complicaciones porque los profesionales no pueden acceder a la información completa de los pacientes y afecta la atención.

Otro aspecto crítico que mencionó la psicóloga es la falta de adaptación del sistema a las necesidades específicas de la salud mental. “Hay dificultades para resguardar la confidencialidad y privacidad de cierta información sensible”, indicó.

La situación del Braulio Moyano refleja las carencias que aquejan al sistema de salud pública de la Ciudad de Buenos Aires y, ante este panorama, es crucial una intervención integral en beneficio de las personas que reciben allí su tratamiento médico.