Desplazan al responsable de controlar las obras sociales
Publicado: 03-07-2012
Buenos Aires.- La pelea entre Hugo Moyano y el Gobierno se cobró una nueva víctima. Anoche renunció el superintendente de Servicios de Salud (SSS), Ricardo Bellagio, un funcionario encargado del control de las obras sociales y de buen diálogo con los sectores internos de la CGT. El cargo será ocupado por la actual jefa de la Administración de Programas Especiales (APE), la exdiputada kirchnerista Liliana Korenfeld, que de este modo tendrá bajo su órbita el control de las organizaciones de salud de los gremios, además de la distribución de fondos para la cobertura de tratamientos complejos.
Bellagio, que asumió el 4 de agosto de 2009, había ofrecido su renuncia en varias oportunidades, pero Cristina de Kirchner lo confirmó en su cargo otras tantas veces. En el sector de la CGT que respalda a Moyano interpretaron su salida -que hoy quedará resuelta con un decreto en el Boletín Oficial- como un escalón más de la puja con el Gobierno por la jefatura de la central sindical.
El ahora exfuncionario había quedado acotado en su margen de acción cuando en marzo de este año la jefa de Estado ubicó como gerente general de la SSS a la santacruceña Korenfeld, con manejo de los recursos de la APE por más de 1.200 millones de pesos anuales. La APE es el organismo encargado de reembolsarles a las obras sociales el valor de los tratamientos médicos más complejos (sida, cáncer y hemofilia, entre otros) e históricamente fue un coto de caza del sindicalismo. En los últimos años lo habían manejado abogados de Moyano.
Bellagio comenzó a presidir la SSS en reemplazo precisamente de uno de los abogados del camionero, Juan Rinaldi, quien reemplazó su lealtad por el dirigente por la de Cristina de Kirchner. En una pelea previa entre el Gobierno y Moyano el letrado fue eyectado del Gobierno junto con la entonces ministra de Salud, Graciela Ocaña. En lugar de Rinaldi ingresó Bellagio, un contador con perfil técnico que había hecho buena parte de su carrera en el organismo.Durante su gestión, el ahora ex superintendente fue reconocido por la Auditoría General de la Nación (AGN) y la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), y fue premiado por la Presidente con el manejo de los instrumentos de trazabilidad de los medicamentos y de la reglamentación de la labor de las empresas de medicina privada.
Apenas iniciado su mandato fue sincomo hombre cercano a sindicomo José Luis Lingeri (Obras Sanitarias, AySA) y Oscar Mangone (personal del gas). Su momento previo de mayor zozobra en la función pública fue cuando desde el Ejecutivo le exigieron hacerse cargo de los recursos de la APE y Bellagio se negó por entender que quedaría sujeto a las presiones de los sindicalistas y expuesto a eventuales investigaciones judiciales. De hecho, el juez federal Norberto Oyarbide allanó en al menos dos ocasiones la SSS en búsqueda de documentación para la causa en la que investiga la denominada «mafia de los medicamentos».
En adelante, este diario pudo saber que el Gobierno promoverá la reunificación de la SSS y de la APE. En esta línea, sería la primera vez que ambos organismos quedan fuera de la influencia de los gremios para pasar a ser dependencias directas del Poder Ejecutivo. De hecho, desde la asunción de Korenfeld, el superintendente había limitado sus funciones. La funcionaria kirchnerista ahora será la responsable de controlar la gestión de las obras sociales (prerrogativa de la SSS) y de buena parte de sus recursos (mediante la APE).Cerca de Bellagio explicaron que barajaba renunciar al cargo desde hacía tiempo y que aguardaba una resolución de Cristina de Kirchner en ese sentido. La oportunidad para pedir su dimisión llegó en el momento de mayor tensión entre el Gobierno y el jefe de la CGT, a poco del recambio en la central obrera