La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) presentó su proyecto para sumar 1.500 metros de navegabilidad y extender así el recorrido habilitado durante 2023. Tras el anuncio, se convocó a una audiencia pública de participación ciudadana en la que voces a favor y en contra expusieron sus opiniones.

El proyecto contempla el uso de embarcaciones menores, con capacidad entre 15 y 20 pasajeros.

ACUMAR propone habilitar la navegación de embarcaciones turísticas y deportivas en el tramo comprendido entre el Puente Transbordador Nicolás Avellaneda y el Puente Barraca Peña. “Los avances del saneamiento llevados a cabo permiten enmarcar esta propuesta dentro del Principio de Progresividad que sostiene que los objetivos ambientales deben ser logrados en forma gradual, a través de metas intermedias y finales”, según explicaron desde la Autoridad en comunicación con El Auditor.info.

En esa línea, desde el organismo aseguraron que promueven un “Riachuelo activo”, con mejoras en los paisajes y actividades que permitan la reconstrucción de la cuenca y la recuperación del espacio. Inicialmente, el proyecto contempla el uso de embarcaciones menores con capacidad entre 15 y 20 pasajeros y, según los estudios realizados, podrían navegar sin necesidad de obras de dragado adicionales.

Después de 12 años de prohibición, en 2023 el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Morón Nº 2 autorizó la navegación de embarcaciones turísticas en el Riachuelo con el objetivo de fomentar el turismo sustentable, restablecer la conexión de la comunidad con el río y apoyar el desarrollo económico local. El nuevo circuito incluiría paradas en puntos clave como Tigre, San Fernando, San Isidro, Olivos, Aeroparque, Puerto Madero y La Boca, con una frecuencia de una embarcación por hora.

Audiencia pública para más participación ciudadana

El pasado 8 de agosto se realizó, en el Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín, una audiencia pública para tratar el proyecto de ampliación de la navegabilidad del Riachuelo. “Desde nuestra creación hemos asumido el compromiso de transparencia activa y participación ciudadana”, afirmaron desde ACUMAR. 

“Pusimos en consideración las diferentes propuestas y abrimos una instancia de diálogo para que las personas interesadas puedan dar a conocer su punto de vista, realizar aportes, manifestar acuerdos y disidencias, detectar oportunidades de mejora y enriquecer cada iniciativa a tratar”, explicaron.

En tanto, los participantes que se mostraron a favor expusieron que el nuevo proyecto aumentará la actividad de la zona y puede ayudar a desarrollar proyectos logísticos y mejorar la infraestructura portuaria.

El director de la Oficina de Acción Climática del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, Juan Casavelos, explicó en la audiencia que “el proyecto generaría más empleo y contribuiría a una estrategia verde para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que apunta a utilizar no solo el río para la navegación y el turismo, sino como medio de transporte”.

Por su parte, quienes se mostraron en contra, justificaron sus preocupaciones relacionadas con el impacto ambiental que generaría una mayor actividad de navegación en la zona y en cómo afectarían a los ecosistemas acuáticos. A su vez, varios exponentes consideraron que la calidad del agua y la ribera pueden presentar posibles riesgos por contaminación. 

Durante la presentación, Cristian Fernández, coordinador del área de Asuntos Legales de FARN, se manifestó en contra por considerar que “no están dadas las condiciones para navegar”. Además, apuntó a que en los últimos informes de ACUMAR se encontraron “restos de material hidrocarburífero y de fósforo, ambos materiales contaminantes”.

Navegar el Riachuelo: para unos una oportunidad, para otros un riesgo

Una oportunidad para impulsar el turismo y la economía local

Entre los atractivos destacados del recorrido se encuentra Caminito, descrito por ACUMAR como "uno de los paseos más emblemáticos de la Ciudad, un atractivo imperdible para quienes la visitan". También se incluye el Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, "uno de los ocho puentes transbordadores que existen en el mundo y el único en Sudamérica", y la histórica Barraca Peña, que "ostenta el título de Área de Protección Histórica 54 de la CABA".

El proyecto apunta a “generar condiciones para la promoción del turismo, el fortalecimiento de los recursos culturales y patrimoniales de la comunidad, la mejora en la comunicación y conectividad, y en el crecimiento de fuentes de trabajo que reactiven la economía de los barrios de la cuenca”.

Ante las preocupaciones sobre el impacto ambiental, la institución asegura que "ni la flora ni la fauna se verán afectadas más de lo que la acción del hombre las afecta actualmente, no hay un cambio sustancial en relación con las actividades antrópicas que hoy se llevan a cabo en el Riachuelo y su entorno". 

En esa dirección, se destacan los avances que logró la entidad desde que la justicia suspendió temporalmente la navegabilidad en el curso del agua hasta el presente, como la recuperación del Camino del Sirga, el retiro de los buques abandonados y el mantenimiento del espejo de agua y sus márgenes.

Por reglamento, las autoridades tienen un mes para elaborar un informe sobre las audiencias públicas y sus conclusiones. A partir de ese momento, se activa o no el trámite de solicitud en la Justicia, como sucedió en 2023 con el tramo 1.

Fallas detectadas por la Auditoría

Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) identificó graves fallas en la gestión financiera del PISA (Plan Integral de Saneamiento Ambiental), coordinado por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo, sobre la gestión del 2020. En esa oportunidad, la AGN detectó que solo el 26% de la información publicada sobre las inversiones del plan está correctamente clasificada, mientras que el 74% restante carece de codificación, dificultando su control. También se detectaron inconsistencias entre los montos reportados en el PISA y los registrados en el sistema financiero público.

La auditoría también evidenció problemas en el relevamiento de datos para la elaboración de las planillas PISA. ACUMAR incumplió los plazos para solicitar información a los organismos intervinientes y modificó recurrentemente la metodología de presentación, impidiendo un control más preciso. Asimismo, no existe una forma estandarizada para que las jurisdicciones reporten la información a la autoridad de la cuenca.

Según la AGN, el equipo responsable de las planillas Inversiones PISA en ACUMAR es muy reducido, limitando su capacidad de control. Además, el personal no puede constatar ni modificar los cambios realizados en los expedientes de las obras. La auditoría tampoco pudo acceder al sistema de digitalización de expedientes.

En tanto, desde la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires también se realizaron distintos informes sobre la gestión del PISA y observaron irregularidades.